viernes, 16 de octubre de 2009

Sez (cavilaciones camino a Freiburg)

“Sez dejá de mentirte”
No me estoy mintiendo, basta. Ya sé lo que siento, ya sé que me muero por estar con él, que me dolió en el alma verlo bailar con otra, porque cuando estaba bailando con Arshareem no dejé de pensar en que él estaba bailando con Dolores… Está tan cerca… y a la vez tan lejos…
“Vos lo alejaste”
Sí, ya sé maldición, yo lo alejé para que no terminara muerto. Pero fue inútil, él volvió a hacer lo mismo a pesar de que ya no había nada entre nosotros, nada. Le dejé bien en claro que no quería nada ¿Tan difícil es de entender?
Creí que se iba a olvidar, que nunca más iba a protegerme arriesgando su propia vida… Por eso no me acerqué a él, porque no quería que intentara lo mismo. Tuve que hacer un enorme esfuerzo para someter a mi voluntad a que no se arrojara a ayudarlo contra esas criaturas extrañas del bosque…
“Bueno, ya viste que no se va a olvidar, ¿y ahora qué vas a hacer?”
No sé, ya lo lastimé bastante. Es mejor que las cosas sigan como hasta ahora… Él no puede saber de mi pasado, y mi pasado no es algo que pueda compartir tampoco. Hice un juramento, y lo voy a mantener porque quiero saber quién fui, para saber quién soy ahora.
“Deberías escuchar a Drake… no es justo para vos misma”
No es justo, tantas cosas no son justas… Él se merece a alguien mejor que yo, alguien que lo pueda hacer feliz, alguien que no tenga amnesia, alguien que no haya sido una asesina a las órdenes de la iglesia de Theus en su pasado que no recuerda. Él no será feliz conmigo.
Dolores es una buena chica, es hermosa y baila muy bien, sí, es pirata como todos pero no es como yo, ella sí tiene un pasado y puede contarlo. Ella no tendrá que ocultarle cosas a la persona que ama.
“Bueno, a ver hay algo que no entiendo ¿si lo amás para qué te alejaste de él?”
No es tan complicado, a ver, Alonso se pone frente a las balas que van dirigidas a mí, o se arroja de una carreta en movimiento para rescatarme de las criaturas del bosque ¿Por qué él tiene que morir en mi lugar? Si las balas van dirigidas a mí, si es mi destino que me destruyan las criaturas extrañas, ¿por qué él tiene que morirse para protegerme? No es justo. Como tampoco es justo que él no me deje a mí ayudarlo en la misma forma. ¿Por qué si él puede hacerlo no acepta que yo también lo haga?
“Ah bien, vamos progresando… Entonces ¿vos estarías dispuesta a hacer lo mismo?"
No, ahora no, ya no es mi asunto.
“Eso no es verdad, te estás mintiendo otra vez”
Bueno sí, lo admito, lo haría, obviamente que lo haría porque… porque nunca había sentido por un hombre lo que siento por él.
“¡Ah! ¿Entonces por qué no aceptás que él lo haga? No estás siendo lógica…”
Hace rato que no estoy siendo lógica, ¿recién ahora te das cuenta? No es cuestión de lógica, es cuestión de que no quiero que se muera, a ver si lo entendés…
“Te estás prohibiendo ser feliz con esa excusa ¿te diste cuenta?”
Ser feliz…
“Fuiste más feliz el tiempo que pasaste con él que los tres años que recordás”
Nadie me trató como él… Nadie me había querido más que para una noche. Nadie arriesgó su vida por mí como él lo hizo, nadie me regaló flores, nadie me quiso como él, y yo…
“Nadie te quiere como él, no hables en pasado”
Quiero llorar…
“Deberías…”
No, no quiero llorar ahora, todos se darían cuenta.
“Por Theus, ¿creés que se están tragando esa mentira? Tu frialdad con todo y todos es demasiado evidente...”
Él se merece algo mejor, él no merece tener a su lado a alguien como yo.
“Creo que el que tiene que definir eso es él, no vos. Estás siendo demasiado dura con vos misma. ¿Cuánto tiempo más vas a soportar mintiendo? ¿Cuánto tiempo más vas a intentar apagar ese fuego que se encendió dentro tuyo? ¿Cuánto tiempo más creés que podés vivir así?”
No lo sé… ¡no lo sé!
“¿Por qué simplemente no hablás con él y le decís lo que pensás? ¿Por qué no le decís lo que sentís? ¿Vas a seguir sin dirigirle la palabra mucho tiempo más? ¿Qué vas a hacer cuando vuelva a intentar hablarte? ¿Le vas a negar la palabra? ¿Vas a seguir torturándote así?”
¿Qué debo hacer? ¿Debo continuar esta farsa? ¿Debo volver a hablar con él a riesgo de que lo pueda perder para siempre?
“¿Por qué tenés que ser tan drástica? Él no se va a morir, para eso estás vos y lo podés proteger”
Pero él no me va a dejar…
“Entonces vas a tener que hacer que lo entienda, pero no así, no negándote la felicidad y negándosela a él…”
Quiero estar con él, pero tengo tanto miedo… jamás tuve tanto miedo…
“¿A qué le tenés miedo?”
A que le pase algo, a perderlo para siempre.
“¿Sabías que lo podés perder igual, y que de esa forma todo el tiempo que hubieras podido pasar con él no lo vas a tener? Deberías temer que le pase algo y no haberlo podido hacer feliz mientras pudiste”
Las lágrimas rodaron por mi rostro y no las pude detener, agradecí que ya fuera de noche y el camino a Freiburg hubiera hecho que todos se quedaran dormidos, o estaban inmersos en sus propios asuntos como para darse cuenta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario