viernes, 16 de octubre de 2009

Sez (cavilaciones camino a Freiburg)

“Sez dejá de mentirte”
No me estoy mintiendo, basta. Ya sé lo que siento, ya sé que me muero por estar con él, que me dolió en el alma verlo bailar con otra, porque cuando estaba bailando con Arshareem no dejé de pensar en que él estaba bailando con Dolores… Está tan cerca… y a la vez tan lejos…
“Vos lo alejaste”
Sí, ya sé maldición, yo lo alejé para que no terminara muerto. Pero fue inútil, él volvió a hacer lo mismo a pesar de que ya no había nada entre nosotros, nada. Le dejé bien en claro que no quería nada ¿Tan difícil es de entender?
Creí que se iba a olvidar, que nunca más iba a protegerme arriesgando su propia vida… Por eso no me acerqué a él, porque no quería que intentara lo mismo. Tuve que hacer un enorme esfuerzo para someter a mi voluntad a que no se arrojara a ayudarlo contra esas criaturas extrañas del bosque…
“Bueno, ya viste que no se va a olvidar, ¿y ahora qué vas a hacer?”
No sé, ya lo lastimé bastante. Es mejor que las cosas sigan como hasta ahora… Él no puede saber de mi pasado, y mi pasado no es algo que pueda compartir tampoco. Hice un juramento, y lo voy a mantener porque quiero saber quién fui, para saber quién soy ahora.
“Deberías escuchar a Drake… no es justo para vos misma”
No es justo, tantas cosas no son justas… Él se merece a alguien mejor que yo, alguien que lo pueda hacer feliz, alguien que no tenga amnesia, alguien que no haya sido una asesina a las órdenes de la iglesia de Theus en su pasado que no recuerda. Él no será feliz conmigo.
Dolores es una buena chica, es hermosa y baila muy bien, sí, es pirata como todos pero no es como yo, ella sí tiene un pasado y puede contarlo. Ella no tendrá que ocultarle cosas a la persona que ama.
“Bueno, a ver hay algo que no entiendo ¿si lo amás para qué te alejaste de él?”
No es tan complicado, a ver, Alonso se pone frente a las balas que van dirigidas a mí, o se arroja de una carreta en movimiento para rescatarme de las criaturas del bosque ¿Por qué él tiene que morir en mi lugar? Si las balas van dirigidas a mí, si es mi destino que me destruyan las criaturas extrañas, ¿por qué él tiene que morirse para protegerme? No es justo. Como tampoco es justo que él no me deje a mí ayudarlo en la misma forma. ¿Por qué si él puede hacerlo no acepta que yo también lo haga?
“Ah bien, vamos progresando… Entonces ¿vos estarías dispuesta a hacer lo mismo?"
No, ahora no, ya no es mi asunto.
“Eso no es verdad, te estás mintiendo otra vez”
Bueno sí, lo admito, lo haría, obviamente que lo haría porque… porque nunca había sentido por un hombre lo que siento por él.
“¡Ah! ¿Entonces por qué no aceptás que él lo haga? No estás siendo lógica…”
Hace rato que no estoy siendo lógica, ¿recién ahora te das cuenta? No es cuestión de lógica, es cuestión de que no quiero que se muera, a ver si lo entendés…
“Te estás prohibiendo ser feliz con esa excusa ¿te diste cuenta?”
Ser feliz…
“Fuiste más feliz el tiempo que pasaste con él que los tres años que recordás”
Nadie me trató como él… Nadie me había querido más que para una noche. Nadie arriesgó su vida por mí como él lo hizo, nadie me regaló flores, nadie me quiso como él, y yo…
“Nadie te quiere como él, no hables en pasado”
Quiero llorar…
“Deberías…”
No, no quiero llorar ahora, todos se darían cuenta.
“Por Theus, ¿creés que se están tragando esa mentira? Tu frialdad con todo y todos es demasiado evidente...”
Él se merece algo mejor, él no merece tener a su lado a alguien como yo.
“Creo que el que tiene que definir eso es él, no vos. Estás siendo demasiado dura con vos misma. ¿Cuánto tiempo más vas a soportar mintiendo? ¿Cuánto tiempo más vas a intentar apagar ese fuego que se encendió dentro tuyo? ¿Cuánto tiempo más creés que podés vivir así?”
No lo sé… ¡no lo sé!
“¿Por qué simplemente no hablás con él y le decís lo que pensás? ¿Por qué no le decís lo que sentís? ¿Vas a seguir sin dirigirle la palabra mucho tiempo más? ¿Qué vas a hacer cuando vuelva a intentar hablarte? ¿Le vas a negar la palabra? ¿Vas a seguir torturándote así?”
¿Qué debo hacer? ¿Debo continuar esta farsa? ¿Debo volver a hablar con él a riesgo de que lo pueda perder para siempre?
“¿Por qué tenés que ser tan drástica? Él no se va a morir, para eso estás vos y lo podés proteger”
Pero él no me va a dejar…
“Entonces vas a tener que hacer que lo entienda, pero no así, no negándote la felicidad y negándosela a él…”
Quiero estar con él, pero tengo tanto miedo… jamás tuve tanto miedo…
“¿A qué le tenés miedo?”
A que le pase algo, a perderlo para siempre.
“¿Sabías que lo podés perder igual, y que de esa forma todo el tiempo que hubieras podido pasar con él no lo vas a tener? Deberías temer que le pase algo y no haberlo podido hacer feliz mientras pudiste”
Las lágrimas rodaron por mi rostro y no las pude detener, agradecí que ya fuera de noche y el camino a Freiburg hubiera hecho que todos se quedaran dormidos, o estaban inmersos en sus propios asuntos como para darse cuenta.

jueves, 15 de octubre de 2009

Pensando camino a Freiburg



¿Ves? Era mejor que fueras directamente a matarlos. Armar y financiar un plan, moverse políticamente, es todo una excusa para nuestro objetivo final. Venganza. No hay otro. Vos y yo lo sabemos. Todo eso de los Rilasciare fogoneando una conjura contra el Rey.
No hay forma de ir y matarlo directamente. Así va a funcionar. Necesitamos a Eisen, necesitamos saber que Eisen no se va a meter en el conflicto, que no va a aprovechar el momento para recuperar tierras perdidas o querer quedarse con algo más. El tal Stefan va a chocar con Posen, pero el resultado es incierto. Quizás no choque y se alíen para ir contra Montaigne. Este es un juego delicado, una mala movida es la ruina.
Marc te espera, vos lo dijiste.
Ví mi vida acabar. No había más respuestas. Me aterré. No puedo morir sin concluir mi venganza.
¿Así que era mejor imaginar que lo matabas a él?
No sé si era mejor, fue lo que hice.
Y diste paso a mi furia. Venís engañándote hace tres años con tu vida pirata. Sos libre, pero tu libertad está condicionada por tu odio. No vas a parar hasta concluir la venganza.
Ahí voy a ser realmente libre. No quiero volver al pasado, Theus nos dio ojos al frente, para no mirar atrás.
La revuelta que están organizando va a terminar en un baño de sangre. Sea de L'Empereur como de sus mosqueteros o de aquellos que lo sirven, como aquellos que lo enfrenten.
Lo sé, son las consecuencias. No tiene sentido negarlas. Tristemente va a morir gente inocente. Miles morirán, pero el terror de L'Empereur debe acabar. Basta de pobreza y opresión, el ser humano es libre, no puede la sociedad esclavizarlo, debe administrarle herramientas para poder tener una vida digna.
¿Conciente que la muerte podría llegar con tu deseada Revolución? Keira...
Lo sé, es el precio que opté por pagar. Si muero al menos será defendiendo mis ideales. Nuestros ideales. Es tu venganza, yo quiero la libertad, quiero dejar de dudar. Quiero ser libre con ella, como lo fui los últimos tres años. Libre. Para ir dónde quiera, para forjar y crear, para bailar por los seis mares, e incluso por el séptimo, recorrer lo que el ojo no ha visto, aprender la técnica de los mejores artesanos. Eso es lo que deseo. Soy pirata de la Fraternidad para impartir justicia. No creo en el saqueo y la muerte innecesaria. Vos tampoco lo crees. Y Keira... estaré ahí para ella.
Es nuestro destino. Lucía y Marc.
Podré con ellos. No estoy solo en esto. Alonso me va a sostener. Sez me va a ayudar. Y si es necesario, sé que puedo contar con Arthur y los demás. Pero ellos, salvo mi hermano castellano, no deben saber nada. Se sentirían traicionados, sabrían que no confié en ellos. Dudo que me juzguen por mi pasado. Pero no lo sé.
¿Y Lucía?
Ella... supongo que la dejaré bajo el cuidado de Alonso. Él al menos le dará cobijo con sus familiares. No la ví desde que me fui a Castilla para la misión diplomática. Esos siete años... pensé ciegamente en ella. Fue un bastión de fortaleza. Pero... cuando salí decidí ser otra persona. Vos me hiciste volver a nuestro camino.
Lo importante es seguir con nuestros planes. Ver de garantizar la menor cantidad de sangre, para eso hay que ver las movidas de Montaigne. Y las de Eisen. No más soldados, hay que evitar confrontaciones innecesarias que nos puedan exponer.
No tuve opción. Tuve que iniciar el combate. Esa gente eran peones, pero si el peón acepta el comando de su señor de forma incuestionable, sin juzgar el valor de sus acciones, es tan culpable como él. Es sólo el ejecutor. No quería meterme en temas políticos internos, lo que necesitamos es saber que va a ser de Eisen, deberíamos ir a Posen. Y averiguar porque Montaigne y Ussura están fortificando sus fronteras con los eisenos.

Hey, Drake, ¿estás bien?- dijo Alonso. El sónido lo despabiló.
Sí, mi amigo, apuremos el paso. Hay que llegar a Freiburg- contesté.

La Alianza Castellana

(Charla entre Alonso y Joaquin el segundo dia en Stark)

Joaquín: ¿Don Alonso, que te sucede que no puedes borrar la pesadez de tu rostro?

Alonso: Nada particular solo las desventuras de un hombre enamorado, y el dolor de perder tierras frente al avance montaignes.

Joaquín: Ohhh, el amor es algo por lo q vale la pena luchar, tanto o mas que por las tierras. ¿Apuesto a que es bonita, no?

Alonso: Puedes apostarlo Joaquín no es solo su belleza externa si no su hermoso ser por dentro. Es una mujer sin igual tiene la pasión castellana, el misterio lunar es la mujer perfecta de todo Thea

Joaquín: ¿Y en que puerto la has dejado? (haciéndose un tanto el desentendido)

Alonso: Una mujer así no se encuentra en ningún puerto ni puedes dejarla en puerto alguno (Echando una mirada al barco)

Joaquín: (Mirando el barco y esbozando una pequeña sonrisa) Pero entonces no debes de estar tan triste, mi amigo. ¿Ella esta cerca tuyo y eso es lo que cuenta, no lo crees?

Alonso: Por supuesto que eso me alegra, pero a la vez parte mi corazón como una daga. Sabes Joaquín lo que es tener tan cerca algo que quieres tanto y no puedes siquiera tocarlo, créeme Joaquín eso es aun algo mas doloroso que cualquier tortura.

Joaquín: Esa mujer de la que hablas... su nombre es Sez?

Alonso: Demonios que eres avispado, Joaquín. Si no fuera porque eres castellano desconfiaría de ti en estos momentos. Si así es Sez, es ella quien me quita el sueño por las noches. ¿Y tú acaso tú no tienes nada?

Joaquín: Es la forma en que ella evito encontrar tus ojos la noche en que los conocí lo que me hizo pensarlo. Además es la única lunar que conozco que merezca tanta poesía.
Tengo mucho trabajo últimamente, no puedo darme el lujo de enamorarme en estos momentos. Theus sabe que quisiera encontrar la felicidad al lado de una buena mujer. Pero nada de eso sucederá hasta que L'empereur detenga esta locura o alguien lo... lo haga reaccionar

Alonso: ¿Locura? ¿A que llamas Locura? ¿Te refieres a la situación de la gente en Montaigne o las invasiones a otros lugares como nuestra amada Castilla? (dijo mientras cerraba el puño con fuerza)

Joaquín: L ‘Empereur esta ciego. Su afán de poder lo conducirá al exterminio de su propia gente. Y en el camino miles de castellanos perderemos nuestras familias y tierras.

Alonso: Es muy cierto pero quien crees que podría hacer algo. Tú no viste como fue arrasada Altamira donde desembarcaron 600 soldados Montaigneses. Dime que fuerza, quien puede detenerlo

Joaquín: Montaigne dividió sus fuerzas al atacar ussura. Por eso Castilla debe actuar ahora y buscar aliados.
Los eisenos tienen sed de batalla y necesitan reconstruir su país. Quizás ellos puedan darnos una mano...

Alonso: (Aliados, trabajo. Alonso comenzaba a tejer hilos sobre Joaquín y no podía evitar preguntar.) ¿Castilla necesita aliados? Tu anoche Joaquín hablaste de que andabas en Eisen buscando Aliados. ¿Esos aliados que Castilla necesita?

Joaquín: Digamos que prefiero tener buenos amigos en Eisen.

Alonso: Buenos amigos en Eisen. (Decía mientras pasaba su mano sobre su barbilla), quizás yo conozca unos buenos amigos por aquí por allá. Tú entiendes de tantos viajes comerciando. Quizás pueda ayudarte, pero entiendes que soy un simple hombre de negocios no pienses extraño de mi (sin evitar sonreír)

Joaquín: ¿Que tienes en mente, Alonso?

Alonso: Nada particular, simplemente darle a Castilla lo que a Castilla le pertenece. Estamos en Eisen y según escuche dicen por ahí que por aquí hay movimientos que se relacionan con Montaigne y Altamira esta cruzando el rió. Solo son habladurías pero uno nunca sabe. Quizás tus buenos amigos eisenos sepan más
Quizás, mas al norte hayan mas rumores. Pero como dije antes quien sabe. Y que podríamos aparte hacer dos simples comerciantes como nosotros

Joaquín: Negociar. Es lo que mejor se hacer. Solo espero sumar fuerzas a la causa.

Alonso: Negociar. ¿Es una muy buena idea y al menos has escuchado con quien debes negociar?

Joaquín: Con los líderes de Eisen. Son un pueblo práctico y sus líderes quieren devolverles la grandeza de su nación. Están más que dispuestos a ganársela en el campo de batalla. Solo hace falta que alguien de la iniciativa

Alonso: Lideres escuche por ahí que el líder o el de estas zonas era un tal Stefan
Pero según escuche este lider no es muy apoyado por el pueblo eiseno. Porque según tengo entendido este tal Stefan comenzo a avanzar y tomar nuevas tierras en Eisen o algo asi habia escuchado

Joaquín: Stefan no es en quien busco apoyo, es Possen quien pretendo nos ayude.
Stefan? si tan solo es un chiquillo. Tampoco tiene ejércitos para expandirse. De seguro has escuchado mal.

Alonso: Le he escuchado decir a los lugareños que se ha extendido en Eisen gracias a una elite de soldados Shoten, Schoten algo asi soldiers. Pero nada mas. ¿Y porque dices que Possen seria de ayuda para Castilla?


Joaquín: No había escuchado nada acerca de ello... Schoten soldiers.. Possen posee el mayor ejército de Eisen como asi tambien las mayores ansias de batalla. De no ir a la guerra, no tendrá excusas ni recursos para mantener su ejército.

Alonso: Tengo la impresión Joaquin que nuestros caminos se enrumban hacia el mismo lado. Quizás te pueda servir una mano Castellana
Disculpa si sueno descortés pero tengo una observación que hacer. (Pasando a un tono de voz mas secreto)
Ahora bien si aceptas mi ayuda, deberías ser un poco mas sincero con tu compatriota. Porque debo reconocer que me sorprende que un comerciante sepa tanto de política Eisena. Y créeme que he conocido gente con conocimientos disímiles de su profesión

Joaquín: (Acercándose al oído de alonso) sin conocer de política, no sabría que comerciar con los que la hacen. (Me alejo y le guiño el ojo)

Alonso: (Sin evitar esbozar otra sonrisa) Es bueno negociar con el habla, Hay por ahí otros que suelen usar métodos menos civilizados pero claro son simples habladurías (al mismo tiempo que una corriente de aire movía las ropas de Alonso y permitía ver parte de las armas que llevaba)

Joaquín: (Acercándose al oído de alonso) sin conocer de política, no sabría que comerciar con los que la hacen. (Se aleja y le guiña el ojo)

Alonso: (Sin evitar esbozar otra sonrisa) Es bueno negociar con el habla, Hay por ahí otros que suelen usar métodos menos civilizados pero claro son simples habladurías (al mismo tiempo que una corriente de aire movía las ropas de Alonso y permitía ver parte de las armas que llevaba)

Joaquín: Creo que nos merecemos una cerveza, ya tengo la garganta seca de tanto hablar. Te invito un trago. (Sonriendo e invitándolo a caminar hacia una taberna)

Alonso: Me parece correcto mi estimado, sin embargo debo rechazar su invitación puesto que hay una dama que debe ser reconquistada y ese trabajo no se hará solo.

Joaquín: Será en otra ocasión entonces.

Alonso:(Haciendo un gesto con su sombrero Alonso se despide )
Antes que me olvide, recuérdalo Joaquín me parece que nuestros caminos apuntan a destinos similares.

Joaquín: En ese entonces recuérdame que debo seguir con fuerzas para recuperar lo que es nuestro.

Joaquín

“Debajo del velo, el mundo esta cambiando, hijo. El tiempo de la represión tiene que ceder. La hora de los héroes debe comenzar. Debes ir a Freiburg. Debes encontrarlos.”

Había llegado por la mañana a Starke, una pequeña ciudad puerto al sur de Eisen. Pocas eran las mercaderías que poseía la ciudad, incluso su calidad no era la mejor. Solo la famosa cerveza negra, que solo es conseguida en esta ciudad, mantenía un flujo constante de marineros. Y no era un dato para sorprenderse, después de todo, en la vida de un marinero hay lugar solo para dos cosas: mujeres y alcohol.
Termine de almorzar en una pequeña taberna alejada del puerto (y de los problemas) y comencé a buscar alimentos para entregar a Wilma Probst, la regente de Freiburg. Se los daría en concepto de amistad y mi nuevo compromiso para con ella. Compre un cargamento de carnes, granos y un barril de cerveza stout, junto con una carreta y 2 corceles. El comerciante me ofreció partir junto con el y una caravana rumbo a la ciudad. No note malas intenciones en sus palabras, y yo siempre me fio en mis instintos, así que acepte sumarme a el con gusto.
Esa noche conocí a los que serian mis compañeros de viaje. Los 5 eran distintos entre si, pero algo los unía bajo una misma bandera.
El primero se hacia llamar Arthur. Un hombre misterioso, un hijo de la buena gente. Y es todo lo que me atrevería a decir de el. No es bueno suponer cosas ni tampoco pensar mucho en ellos. No lo digo de supersticioso, más bien es cautela.
El segundo se presento como el teniente Drake del navío de la Dama de los Mares. Aunque joven, su rostro lucia avejentado. Probablemente se deba a la carga que lleva sobre si mismo, o simplemente sea por las largas jornadas bajo el sol…
El tercero era un compatriota de mi amada Castilla, Don Alonzo. Pese al ánimo que mostró cuando me conoció, no pudo ocultar la tristeza de sus ojos. Esa misma noche me informo sobre la destrucción de Altamira. Quede impactado por la noticia y compartí con él algunas palabras. Estaba seguro que su pesar no era debido a la tragedia de Altamira. Se trataba de otra cosa. Alguna herida, esas que no se curan con aguja y ron.
Su nombre es Sez, una joven muchacha de piel morena. Su belleza exótica era digna de llamar la atención de todo hombre. Y sus curvas son tan peligrosas como su cimitarra. Ambas cosas logre comprobar tiempo después.
Por ultimo, estaba Ulfen. Un noble eiseno que sabe vivir la vida. O al menos el hecho de que lo acompañaran dos bellísimas mujeres me lo hizo suponer. Su forma de caminar y su armadura dicen mucho de el. Mejor no cruzárselo en el campo.
Cerramos nuestro trato con una ronda de cerveza. Arthur toco unas piezas de flamenco y la alegría se poseyó de la taberna. Bryony, una hermosa avalonesa de cabellos rubios me saco a bailar. Pasaron varias canciones hasta que la música ceso y la gente clamaba por más. Entonces yo mismo tome la guitarra y continúe tocando hasta que la noche termino. Un día más tarde, partiríamos hacia Freiburg, a encontrarnos con nuestros destinos.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Eisen (Alonso)

Es dificil volver a levantarte despues de caer pero esto no era nada en si.
Me costaba incorporarme luego de haber bebido tanto la noche anterior, en especial por el dolor de cabeza que no me abandonaba.
Lave mi rostro y sali a cubierta, alli se encontraba mi viejo amigo trabajando como siempre en mejoras para el barco.
-Te encuentras bien? Yo te habia dicho que no te apresuraras-
-Estoy perfecto y por cierto Castilla nunca se rinde- Respondi esbozando una sonrisa.
Descendi del barco para encontrar alli sentada a aquella dama que robaba mi sueño. Otra vez la misma escena yo tratando de hablarle y ella rechazandome.
No habia remedio por el momento asi que decidi despejarme visitando un lejano pariente que poseia en Stark

A la noche nuevamente reunion en el barco y las palabras de Drake anunciando que deberiamos quedarnos 2 dias mas en Stark, el enojo de Sez por pasar mas tiempo en este aburro lugar y la desesperacion de Arthur porque habia conseguido una caravana para viajar al Norte.

Drake decidio darnos libre los dias pero esa noche todos asisitiriamos a la taberna, mientras Arthur trataba de convencer al comerciante juntoa Sez y Bryony, Yo me relajaba charlando con Diego y Dolores buenos compañeros si los habia.

Terminaron de debatir y Arthur vino a la mesa con un nuevo invitado otro compatriota llamado Don Joaquin. Arthur no pudo evitar su costumbre y comenzo a tocar, pense que serìa bueno momento para reiniciar con Sez pero de vuelta volvio a rechazarme. Mala suerte pero esto no se quedaria asi, increiblemente parecia que mi compatriota Don Joaquin me habia leido el pensamiento pues tomo la guitarra de Arthur y comenzo a tocar a pedido mio un buen flamenco y por supuesto la compañera ideal para esto era Dolores.
Por Theus que mujer que es Dolores, no habria hombre sobre la faz de la tierra que no sea feliz junto a esa mujer tan ardiente. Pero por lastima yo soy hombre de una sola mujer y mi corazon ya tiene dueña.

Luego del baile que deslumbro a todos los asistentes, aproveche para sentarme a hablar con mi compatriota. Parece ser que el buen Don Joaquin anda por un camino similar que el nuestro y mas aun luego de enterarse que Altamira habia caido bajo un ataque Montaignes. Los dias transcurrieron sin mas hasta que partimos acompañando a Joaquin.

Decidi tomar un caballo ya que hacia tiempo que no montaba, el camino era tranquilo hasta que llegamos al famoso bosque maldito. El cual parecia recibirnos con sorpresas porque habia crecido a ambos lados del camino y mas adelante formaba una cupula cerrandose sobre el dichoso paso.

Ya no habia luz en el camino cuando una curva que no figuraba en el mapa aparecio, miramos hacia atras y el camino recto ahora era una curva. Pero eso no era el problema, el problema eran los centenares de ojos amarillos que nos miraban desde la oscuridad y que se lanzaron hacia nosotros.
El festival de armas no se hizo esperar, Arthur desde arriba lanzaba flechas, Drake desarma a estos bichos con sus dos espadas, Sez danzaba con su alfanjon y yo utilizaba mi arma predilecta el latigo.

De pronto Joaquin dio la orden para avanzar en la unica carreta que quedaba ya que otra se habia roto y los cabalos habian huido.
Todos se subieron enseguida al techo de la carreta, pero yo preferi ir colgado en la parte de atras repartiendo con mi latigo a los bichos estos que se acercaran. Conseguimos alejarnos bastante cuando rociamos el camino con ron y lo incendiamos.
Dio resultado hasta que escuche el grito de cuidado y vi caer a Sez hacia el camino, no podia permitir que saliera dañada asi que sin pensarlo me lance hacia ella tomandola con un brazo y con el otro tome con mi latigo la punta de la carreta. Me abraze a ella y puse mi espalda contra el piso. Otra vez Drake haria arte con mis heridas.

Una vez que logramos salir a campo abierto nos encontramos en una pequeña granja en la cual el granjero propietario nos indico que nos habiamos desviado de nuestro camino original.

Decidimos descansar por lo tanto Ulfen y Sez h¡cieron la primer guardia. Los que nos habiamos ido a dormir sufrimos una pesadilla en conjuto, en la cual nos enfrentamos a un caballero negro. En la pesadilla herian de muerte a Drake y yo no lo permitiria, a veces me pregunto de donde sacare esa fuerza de no temer, de seguir luchando aun sin fuerzas, de arriesgarme pese a que las cartas esten en contra.

Sin embargo Drake se levanto y ataco con furia al Caballero negro cuandoe ste volvio a ponerse de pie y lo acuchillo incesantemente al grito de "MUERE MARC MUERE". Y ahi fue que comprendi lo que varias veces pense, Just y Drake no son dos personas distintas son la misma persona, el que es mi amigo, aquel que conoci con convicciones firmes. Ahora comprendo no debes asistir solo a las cortes tu peor enemigo amigo mio seras tu mismo cuando te enfrentes a tu pasado, a Marc y a ella.

Pudimos despertarnos de esa pesadilla, solo para encontrarnos con la injusticia de unos soldados exigiendole el pago de 200 gremiales a un granjero. Ulfen no soporto tal injusticia y se puso a discutir con el Soldado a cargo, Sez exigia a Drake que decidiera si dinero o espada, a lo que Drake respondio con un disparo a la cabeza del soldado a cargo. Eran 15 soldados contra un grupo de 6 personas y cayeron con facilidad. Empiezo a creer que cada vez que peleamos cada uno de nosotros esta peleando contra otra cosa en su mente.

Drake fue todo el camino a Fraiburg en silencio, no estaba de acuerdo con lo que sucedio en la granja, el pensaba que no era asunto nuestro y sin embargo el habia comenzado el tiroteo. A veces tan distintos, a veces tan parecidos realmente es el hermano de alma que necesito.

martes, 13 de octubre de 2009

Eisen (Sez)

“No estás entendiendo nada Alonzo, seguís con tu obstinación de querer morirte por protegerme…”
“Es tu culpa Sez, él no lo va a entender…”


Abstraerme de la realidad, leer la biblia, beber, matar, dormir, despertar… ¿Por qué no podés salir de mi mente? Debí decirle a Drake que no iría a ese lugar, ni siquiera sé bien a dónde estamos yendo…
“Solo tengo que alejarme…”
Sí, claro, como si eso fuera suficiente. Me alejé todo lo que pude y aún así casi termina muerto, otra vez… ¿es tan difícil que entienda que puedo protegerme sola?
“Él está perdidamente enamorado de vos”
¡Maldición Drake! ¿Por qué tenés que confirmarme cosas que ya sé? No quiero saberlo, basta ¡basta! Dijiste que no ibas a meterte…
La ronda con Ulfen pareció eterna, esa casa de campo, granja, o como se llame en estas tierras era demasiado tétrica. No me daba ninguna seguridad que ese horrible bosque con criaturas extrañas estuviera tan cerca.
-¿Qué tal tus amigas?- le pregunté.
-Bien, ellas perdieron todo pero ahora parecen contentas de estar con nosotros y empezar una nueva vida.
-¿No les molesta que estés con las dos?
-Por ahora no… Igual va a llegar un momento en que voy a tener que elegir ¿y vos?
-¿Yo qué?
-¿Se apagó el fuego?
-Nunca lo hubo.
Creo que las mentiras me estaban saliendo cada vez más creíbles, eso es bueno. Ulfen escuchó soldados marchar hacia allí y nos metimos al granero. Cuando quisimos despertar a nuestros amigos estaban dormidos y no se despertaban por más que los zarandeáramos o les echáramos agua, incluso Ulfen golpeó a Drake en la cara y nada. Los soldados estaban cada vez más cerca.
-¿Qué les pasa? ¿Por qué no despiertan?
Drake, Arthur, Joaquín, Alonzo… los cuatro estaban como en trance…
-Este lugar… me dijeron que nos alejáramos de las sombras…
-Las antorchas, encendamos todas las antorchas.
Los soldados se seguían acercando cada vez más y nuestros amigos dormían, y no parecía que fuera apacible su sueño.
En eso despertaron, sobresaldados, como si hubieran estado en una horrible pesadilla, Drake tenía sangre en el labio.
-¿Qué les pasó?
-Una pesadilla…
-¿Todos soñaron lo mismo?- preguntó Ulfen.
Ellos se miraron, obviamente así había sido, habían estado en una especie de ilusión. Odio Eisen, quiero marcharme de este lugar cuanto antes.
Afuera los soldados llegaron y hablaron con los campesinos solicitando los tributos. Ese lugar era muy pobre y ellos no podían darle la cantidad de dinero que estaban pidiendo. Entonces pidieron a las mujeres y a las muchachas. Estaban arrodilladas en el suelo, muertas de miedo.
¡Malditos! No iban a hacerles a ellas lo mismo que a mí. No lo iba a permitir.
Ulfen estaba hablando con ellos pero no parecían comprender, el dinero que tenía no me alcanzaba para liberarlas.
-Drake, dinero o espada.
-No podemos meternos en esto.
Ese era también mi asunto desde que estaba pisando esas tierras malditas.
-Dinero o espada- repetí.
Drake apuntó al soldado que hablaba con Ulfen y le disparó en medio de la frente. No pasó mucho hasta que todos estuvieron muertos. Incluso los que ya habían arrojado sus armas y se habían rendido. Ulfen había terminado con todos.
Los quemamos en una pira, miré el fuego, como arremolinaba sus lenguas hacia el cielo. Ellos no eran culpables, pero sí el que les había ordenado hacer eso. Reza maldito, reza porque no me encuentre contigo mientras estoy en estas tierras.
-Lo siento Drake, no podía permitirlo.