jueves, 15 de octubre de 2009

Pensando camino a Freiburg



¿Ves? Era mejor que fueras directamente a matarlos. Armar y financiar un plan, moverse políticamente, es todo una excusa para nuestro objetivo final. Venganza. No hay otro. Vos y yo lo sabemos. Todo eso de los Rilasciare fogoneando una conjura contra el Rey.
No hay forma de ir y matarlo directamente. Así va a funcionar. Necesitamos a Eisen, necesitamos saber que Eisen no se va a meter en el conflicto, que no va a aprovechar el momento para recuperar tierras perdidas o querer quedarse con algo más. El tal Stefan va a chocar con Posen, pero el resultado es incierto. Quizás no choque y se alíen para ir contra Montaigne. Este es un juego delicado, una mala movida es la ruina.
Marc te espera, vos lo dijiste.
Ví mi vida acabar. No había más respuestas. Me aterré. No puedo morir sin concluir mi venganza.
¿Así que era mejor imaginar que lo matabas a él?
No sé si era mejor, fue lo que hice.
Y diste paso a mi furia. Venís engañándote hace tres años con tu vida pirata. Sos libre, pero tu libertad está condicionada por tu odio. No vas a parar hasta concluir la venganza.
Ahí voy a ser realmente libre. No quiero volver al pasado, Theus nos dio ojos al frente, para no mirar atrás.
La revuelta que están organizando va a terminar en un baño de sangre. Sea de L'Empereur como de sus mosqueteros o de aquellos que lo sirven, como aquellos que lo enfrenten.
Lo sé, son las consecuencias. No tiene sentido negarlas. Tristemente va a morir gente inocente. Miles morirán, pero el terror de L'Empereur debe acabar. Basta de pobreza y opresión, el ser humano es libre, no puede la sociedad esclavizarlo, debe administrarle herramientas para poder tener una vida digna.
¿Conciente que la muerte podría llegar con tu deseada Revolución? Keira...
Lo sé, es el precio que opté por pagar. Si muero al menos será defendiendo mis ideales. Nuestros ideales. Es tu venganza, yo quiero la libertad, quiero dejar de dudar. Quiero ser libre con ella, como lo fui los últimos tres años. Libre. Para ir dónde quiera, para forjar y crear, para bailar por los seis mares, e incluso por el séptimo, recorrer lo que el ojo no ha visto, aprender la técnica de los mejores artesanos. Eso es lo que deseo. Soy pirata de la Fraternidad para impartir justicia. No creo en el saqueo y la muerte innecesaria. Vos tampoco lo crees. Y Keira... estaré ahí para ella.
Es nuestro destino. Lucía y Marc.
Podré con ellos. No estoy solo en esto. Alonso me va a sostener. Sez me va a ayudar. Y si es necesario, sé que puedo contar con Arthur y los demás. Pero ellos, salvo mi hermano castellano, no deben saber nada. Se sentirían traicionados, sabrían que no confié en ellos. Dudo que me juzguen por mi pasado. Pero no lo sé.
¿Y Lucía?
Ella... supongo que la dejaré bajo el cuidado de Alonso. Él al menos le dará cobijo con sus familiares. No la ví desde que me fui a Castilla para la misión diplomática. Esos siete años... pensé ciegamente en ella. Fue un bastión de fortaleza. Pero... cuando salí decidí ser otra persona. Vos me hiciste volver a nuestro camino.
Lo importante es seguir con nuestros planes. Ver de garantizar la menor cantidad de sangre, para eso hay que ver las movidas de Montaigne. Y las de Eisen. No más soldados, hay que evitar confrontaciones innecesarias que nos puedan exponer.
No tuve opción. Tuve que iniciar el combate. Esa gente eran peones, pero si el peón acepta el comando de su señor de forma incuestionable, sin juzgar el valor de sus acciones, es tan culpable como él. Es sólo el ejecutor. No quería meterme en temas políticos internos, lo que necesitamos es saber que va a ser de Eisen, deberíamos ir a Posen. Y averiguar porque Montaigne y Ussura están fortificando sus fronteras con los eisenos.

Hey, Drake, ¿estás bien?- dijo Alonso. El sónido lo despabiló.
Sí, mi amigo, apuremos el paso. Hay que llegar a Freiburg- contesté.

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