lunes, 28 de septiembre de 2009

Decisión

“Nunca con alguien de la tripulación. Lo sabías Sez, sabías que no tenías que meterte con nadie de la tripulación… Sabés lo que tenés que hacer ahora, no lo pienses más…”

No podía dejar de pensar en él. Me estaba debatiendo contra la parte de mí que quería salir corriendo a cuidarlo, a estar con él… No, era mejor así…
El solo pensar en él cruzándose en el camino de las balas, o verlo querer combatir con dos heridas graves sangrando a esos mosqueteros eran razón suficiente para tomar la decisión… Si seguía así no iba a pasar mucho antes de que se fuera al otro mundo, y eso iba a ser mi culpa.
“Basta, no quiero pensar más, basta”

-Ire ¿me ayudás a vendarme esto?
-Sí, por supuesto- me dijo ella y me ayudó a limpiar y a vendar la herida, sabía que eso no era suficiente, pero no iba a pedirle nada a Drake, él ahora estaba con Alonso y él necesitaba más atención que yo. Esa herida podía esperar, igualmente no dolía tanto comparado a lo que estaba sintiendo. Prefería mil veces sentir el dolor de esa herida que pensar en lo que iba a tener que decirle a Alonso.
Me quedé sobre la cubierta mirando hacia las luces de Altamira que aún se veían a lo lejos. Ire gritó que ya estaba la comida y al rato Arthur se me acercó con un plato.
-No quiero.
-No es para vos, hay alguien que necesita que se lo lleves.
-Podés llevárselo vos…
-No va a tener el mismo sabor si yo lo llevo.
-Te dije que no voy a llevarlo.
Él insistió así que tomé el plato y lo arrojé por la borda.
Maldición, ¿por qué tenía que seguir pasando por esto?
“Sez ¡sos una idiota!”
Ire dijo que se iba a quedar custodiando, decidí que iba a ser mejor dormirme, para no pensar, no quería pensar más, la decisión ya estaba tomada, pero el dolor que sentía en el pecho no se iba. Cuando Ire me despertó para que la suplante ya había amanecido, vi como el niño y Otman bajaban del barco hacia la capilla.

-¿Quéres que te vea eso?- me dijo Drake viendo la venda.
Me corrí la venda y le mostré, él hizo una mueca y me dijo que había que tratarlo.
-De todas formas tengo que cambiar las vendas- le dije.
Ahora la herida estaba cerrada. Sí, esa herida estaba cerrada.
Aún me pregunto cómo pude hacerlo, la frialdad que le demostré cuando vino a hablarme…
-Sez ¿estás bien?
-Sí…
-Estás enojada conmigo
-No…
-No te creo, algo te pasa.
El silencio entre cada frase me cortaba como si fuera un cuchillo.
-Es que estuve pensando y decidí…
Me quedé callada, se me había formado un nudo en la garganta que me impedía seguir hablando. Él se acercó a mí, yo tenía las manos sobre la baranda y él apoyó su mano sobre la mía. Enseguida la aparté y le dije:
-Se acabó.
Hice ademán de irme pero él me tomó de la muñeca y me frenó.
-Lo ilógico no es morir, lo ilógico es vivir sin un momento de felicidad.
“Sez, recordá cuando se paró frente a vos y las balas le dieron a él”
-Lo que viste no fue real.

Me sirvió entrar a la capilla y ponerme a “rezar”. Entré por curiosidad, pero la paz que había allí me tranquilizó. Cuando miré hacia la cruz vi una imagen, yo estaba en una capilla similar, alrededor muchas personas vestidas con la misma túnica negra, con capucha y una cruz blanca bordada en el pecho…
Ahora ya no era de mi incumbencia, pero sí había algo que podía hacer, si había un dios ahí arriba yo le iba a pedir que lo ayudara a sanar.
Esperé hasta que el niño saliera, le dije que quería saber más de nuestra religión y él volvió a meterse por el mismo lugar donde había salido, era una entrada bastante oculta, los juegos de luces hacían que pareciera invisible, y bajamos unas escaleras hasta las catacumbas. Le dije que me había acordado de una oración y él me dijo que no la repitiera frente a nadie, me enseñó cómo era la oración “común” que debíamos pronunciar. Todo lo que habláramos allí tendría que quedar en secreto, porque si alguien se enteraba de cualquier cosa solo iba a quedar una opción, matar al que lo supiera. Cuando le dije que estaba dispuesta a no decir nada me tomó la mano y me hizo una marca con su uña que iba desde mi muñeca hasta donde empezaban los dedos. Noté que tenía la misma marca en la otra mano, una cicatriz bastante vieja.
Había pertenecido a un grupo secreto de la iglesia, un grupo que se encargaba de custodiar las ruinas, alejando de ellas a aquellos que querían apropiarse de las armas que se encontraban allí. Teníamos como objetivo eliminar a todos aquellos hechiceros que usaran la magia prohibida, por eso él había ido a buscar la lista de los magos que usaban porté.
Estuve hablando bastante con él, me dijo que yo había sido su maestra, y ahora él me enseñaba a mí, y me ayudaba a recordar mi pasado. Le enseñé algunas palabras en mi idioma y él algunas en el suyo, él hablaba el idioma del desierto, por eso teníamos que comunicarnos a través de Otman. Pero yo quería que en el futuro pudiéramos hablar entre los dos sin intermediarios. Sabía que había tenido algo con él, él lo insinuaba pero yo le dije que prefería acordarme por mí misma.
-¿Todavía tenés eso?- dijo mirando el colgante que llevaba al cuello.
-Es lo único que me queda de mi pasado ¿vos me lo regalaste?
-No, fue tu maestro.
-¿Qué significa?
-Son las letras iniciales del lugar donde te reclutaron…
Nos quedamos allí bastante tiempo aprendiendo el idioma de cada uno. Cuando volví al barco fui directo hacia la cocina, tomé las flores que me había regalado Alonzo y las tiré al mar. Verlas alejarse de mí con las olas fue terrible, jamás me había sentido así, jamás había sentido ese dolor… Lloré, sabía que en tres años no había llorado, ni siquiera en la cueva donde me había encontrado Drake. La desesperación que sentía ahora no era igual a la que sentí entonces, era peor.

La capitana me llamó para que me reuniera con ellos en la taberna, sabía que ahora iba a tener que lidiar con esas situaciones, así que fui hacia allí.
-Sí, mi capitana.
Me comentaron algo sobre una región de ese país que se había expandido militarmente casi en una fracción de segundo. Bueno, habían sido dos semanas, pero no entendí demasiado bien, no quería mirar a Alonso, su estado era lamentable.
Drake puso un vaso con cerveza frente a mí y le dije que no quería, eso lo sorprendió y me preguntó si estaba bien.
“No, no estaba bien, ¿podían dejar de preguntarme todos lo mismo?”
-¿Qué sabemos de este hombre?- dije refiriéndome a ese general eiseno- ¿Le gustan el vino, las mujeres? Podría infiltrarme y obtener información.
-Eso no parece ser razonable…
A Drake no le gustaba mucho esa idea. Alonso no dijo nada, pero Arthur había entendido mi plan. Decidieron que íbamos a permanecer allí un tiempo.
-Podemos esperar las noticas, le envié una carta a uno de mis contactos que estaría llegando mañana a la tarde. Ya saben que estoy a su disposición.
Continuaron hablando, yo solo quería irme de allí.
-¿Me puedo retirar capitana?
-¿Tenemos que hablar algo más?- le dijo a Drake.
-No… Pero ya vamos a hablar vos y yo…- me dijo.
-Cuando quieras.
Me había preguntado por los lunares y le dije que no sabía nada, fui una idiota, como si pudiera engañar a Drake…

Salí de ese lugar, no podía soportar verlo así. Ire me siguió pero no pude contenerme más, una vez más las lágrimas bañaban mis mejillas.
-¿Estás bien?
-No…
-¿Estás así por él?
-Digamos que sí…
-Pero por qué…
-Vos viste lo que hizo, casi se muere por mi culpa…
-No entiendo…
-En tres años, que es el tiempo que recuerdo, jamás había sentido algo así por un hombre, y lo acabo de dejar.
-Pero ahora él está así y vos no estás bien.
-Ya se va a olvidar… mañana no se va a acordar de nada.
-¿Y vos? ¿Te vas a poder olvidar?
-Yo voy a hacer que lo olvidé.
Ella se quedó un momento callada y luego dijo:
-Bueno, mejor cambiemos de tema. Hoy estuviste con los lunares…
-Así es. Estuvimos aprendiendo nuestros idiomas ¿querés que te enseñe?
-Sí, me interesaría mucho.
Me fui hablando con Ire, enseñándole las pocas palabras que había aprendido ese día.

Pensamientos de un corazón herido (Alonso)

PENSAMIENTOS DE UN CORAZON HERIDO

Habia dormido practicamente toda la noche, el dolor de las heridas era demasiado para poder soportarlo. Pero por suerte Sez no habia salido herida segun me habia dicho Drake

A la mañana pude incorporarme pero no sin dolor. Arthur habia pasado un buen tiempo de la noche anterior brindandome compañia, se lo agradezco de corazon pero mas deseaba ver que Sez estuviera bien.

La vi estaba de espaldas a mi mirando la ciudad, me acerque a ella segun me permitian mis heridas. Trate de hablar con ella ver como se encontraba pero la note fria, distan, algo en su rostro no estaba bien.

Tome su mano que se encontraba apoyada sobre la baranda pero ella la retiro apenas sintio el contacto de mi mano. La tome del brazo cuando intento irse y trate de buscar su mirada con la mia y saber que sucedia, pero lo unico que tuve por respuesta fue "Lo que viste no fue real"

La deje ir ya no tenia mucho sentido retenerla, decidi pese a como estaba de mis heridas perderme en la ciudad en la qe habiamos atracado.

Avanzaba hacia ningun lado, la gente a mi alrededor no importaban ni les prestaba atencion en mi mente se sucedian velozmente los recuerdos.
El dolor me obligo a detener mi marcha, me apoye contra la pared de una casa y mientras sujetaba mi herida continuaba pensando.

Realmente el dolor fisico poco importaba, era mas doloroso sentir esa perdida que no tenia sentido alguno. Sez se habia vuelto la luz de mis ojos, ella me volvia tan feliz y yo a ella eso podia verlo en sus ojos. Y sin embargo ahora ella se distanciaba de mi.

No podia dejar de pensar en ella, no puedo olvidar como huele su cabello, la suavidad de su piel o el saber de sus labios. Me derretia por dentro un gran dolor me estaba matando pero no queria que ese dolor pase porque era la primera vez que sentia algo asi.

Estaba tan perdido en mis pensamientos que no note a Drake hasta que casi estuvo a un paso de mi. Asistimos a una taberna del lugar y realmente no tenia animos de pensar demasiado asi que me limite a beber. Y al contrario de lo que alguno suelen decir que en el alcohol puede olvidar para mi no era asi. Cada trago de esa bebida dorada me hacia perder cada vez mas en los recuerdos y en mis sentimientos hacia Sez.

Aunque debo ser sincero no deseaba olvidar, me niego a olvidar, no puedo olvidarla
Ya no puedo mas mi cuerpo no puede mas, mañana sera otro dia

domingo, 27 de septiembre de 2009

Bitácora de Ire

Bitácora de Ire

* * *

Primera vez que escribo esto. No sé por qué los capitanes llevan bitácoras, pero me gusta la idea, aunque no sea más que un remero.

Zarpamos la mañana de ayer. La primavera ya está llevándose el invierno y hay más día y no tanta noche. La madrugada antes de eso, dejé mi casa. Mi padre jamás permitiría que yo tenga la vida que estoy a punto de empezar; mi madre estaría decepcionada.

* * *

Llevo una semana a bordo del Cachalote. Fregar y limpiar y remar, eso es todo lo que hago. Pero cada mañana, al amanecer, despierto antes que los demás y desde la popa contemplo el lejano horizonte rosado. El ruido de gaviotas y el aroma a sal: eso paga todo.

* * *

Dejé el Cachalote y me uní a la tripulación del Hijo de Frey, que tiene un horizonte más lejano: no se detiene solamente en Avalon y las islas de Vesten, sino que sigue de allí hacia la fría Ussura. La gente de allí tiene un idioma muy distinto del mío y del avalonés, pero muy rico de escuchar. ¡Ya me aprendí algunas blasfemias de pirata!

Lo más destacable de las rutas que tomamos hacia Ussura es que son violentas: el mar mismo es nuestro adversario y las tormentas abundan. La segunda noche de marejada, cuando ya no podíamos avanzar, la extraña mujer que nunca había escuchado hablar trazó una Runa en cubierta, la pronunció, y el viento cambió. Fue la primera vez que vi Lærdom.

* * *

Hoy dejé el Hijo de Frey, no un remero sino una "bruja del mar", como me llamaban todos.

Audhild me enseñó. Sabía que si le decía que era mujer, me enseñaría. "Yo pasé por algo parecido, pequeña", me dijo, "pero quienes hemos nacido con este don, no debemos ocultarlo ni ocultarnos: una mujer en altamar es lo que estos patanes necesitan para recordar que Odín tiene a su lado a Frigg y cerca a Freyja".

Con ella aprendí a calmar los vientos y a impedir que las raciones se echaran a perder; a hinchar las velas y a mirar el horizonte.

Mañana resolveré qué he de hacer. Por ahora, una buena comida y a dormir.

* * *

Eisen es mi nuevo destino: un barco mercante de Ussuros y Lunares bordeará las costas desde aquí hasta Castilla, por lo que será un viaje emocionante.

* * *

Dejamos Castilla ayer. Hay noticias de intensos conflictos con Montaigne. El Capitán está pensando en acortar la ruta y empezar a probar suerte en Avalon y Vesten. Le dije que conocía esos lugares y sabía sus idiomas y sus costumbres, y desde entonces dejó de verme como un mal necesario.

Pese a todo, los marinos no se me acercan mucho: me temen, me han visto hacer "brujería" y temen que pueda atacarlos. El único que no se aleja es un viejo ussuro a quien he escuchado hablar con las gaviotas.

* * *

Aquel sucio patán... Los castellanos nunca me cayeron bien, pero ese estúpido había sabido agradarme. Tenía una sonrisa tan... ¡momento, lo estoy elogiando! No: ese sucio castellano intentó propasarse, y dudo que recuerde con alegría aquel momento en que le dejé bien claro que todo lo que él calentara, yo podía enfriarlo hasta congelarlo...

* * *

Después del conflicto naval en la frontera marítima Montaigne-Eisen, el Capitán decidió moverse hacia el norte y cambiar la ruta definitivamente. Cuando volvamos a pisar Ussura, Aleksei se va a bajar, y me dijo que conoce gente que puede necesitar mis talentos, no en Ussura sino en un navío que viaja de Montaigne a Avalon, pero que sabía que iban a estar de paso por su tierra. Planeo aprovechar la posibilidad: no tengo ganas de visitar mis tierras.

* * *

Ya hace tres meses que guío las velas del Calais, la barca mercante que me consiguió Aleksei. "Al menos no tendrás que ir a donde no te place", me dijo, y se lo agradezco mucho.

Aquí el Capi es muy amable y no permite que se burlen ni que me teman demasiado (porque esas dos son las reacciones primeras ante una "bruja del mar"). Creo que tiene sangre Vesten, lo sé por sus ojos cristalinos, aunque él diga que es avalonés.

* * *

Estamos por llegar a Nyons, una pequeña ciudad portuaria sobre este bendito río que venimos navegando hace días; el Capi dice que no queda ni una noche más, así que en la mañana estaremos ahí. ¿Después? No sé, nunca sé. Esta barca mercante me está cansando: Avalon, Montaigne, Avalon, Montaigne, Avalon, Montaigne... Y si nos desviamos, es para ir a los dominios de esos sucios comerciantes Vendelios.

* * *

La Dama de los Mares es una embarcación mediana con una tripulación pintoresca: muchas mujeres, de hecho el Capitán es mujer, y de las nacionalidades más diversas, desde lunares hasta eisenos, pasando por avaloneses y vodacios. Llevo un par de días a bordo y ya me asignaron el rol de cocinera: el que antes se encargaba de alimentar a la treintena de tripulantes era el segundo al mando.

Pedí permiso a la Capitana para subir dos gatos al barco, para que se encarguen de las ratas: los llamé Hugin y Munin, y son verdaderamente muy inteligentes: ya se ocuparon de que las ratas no lleguen a mi cocina, ahora es cuestión de darles tiempo.

* * *

Durante la mañana o mediodía de mañana estaremos llegando a Altamira, en Castilla, para ubicar unos cargamentos que tenía la Dama de los Mares desde antes de mi llegada.

No puedo evitar mirar con extrañeza a los lunares, nunca va a cambiar eso. Son tan diferentes, sus ropas, sus costumbres, su piel, su mirada; pero en vez de repelerme, me atraen. Sus modales son, incluso, mucho mejores que los de un vesten o un castellano promedio... Y en esta embarcación hay muchos. La muchacha Sez, no etsoy segura de si es lunar, pero por algo me cayó tan bien (¿o será porque habla ussuro?). Y está Jashareem, un lunar que no habla lunar. Ya veré cómo hago para que podamos entendernos.

jueves, 24 de septiembre de 2009

Tripulación de "La Dama de los Mares"

CAPITÁN: KEIRA
TENIENTE: DRAKE
MAESTRE: DRAKE - SEZ
SEGUNDO MAESTRE: SEZ - ALONSO
SOBRECARGO: SEZ
TIMONEL: ALONSO
INTENDENTE: DRAKE
ENLACE: ALONSO
COCINERO: IRE
CONTRAMAESTRE: ALONSO
VELERO: ANGELA (Nueva) - Vodacia
SEÑOR DE LAS ALTURAS: DOLORES (Nueva) - Castellana
VIGIA: ARTHUR
SEÑOR DEL CASTILLO DE PROA: DONOVAN (Nuevo) - Avalones
MAESTRO ARMERO: DRAKE
ARMERO: DRAKE
CARPINTERO: DRAKE
MAESTRO ARTILLERO: DRAKE
SEGUNDO ARTILLERO: ANGUS (Nuevo) - Avalones
CIRUJANO: DRAKE

DIEGO TABARES
Puesto: MARINERO
Nación: CASTILLA
Edad: 30
Descripción: Hombre alegre de espiritu indomito. De fisico formado por las aventuras de mar. Siempre alegre
Unión al Barco: Se unio al barco al quedarse sin tierras en las invasiones de Motaigne a Castilla. Un hombre valioso en los abordajes debido a su aptitud con las armas y por ser un alegre marinero con aficcion a la juerga, alcohol y mujeres.



DOLORES SEGOVIA
Puesto: MAESTRO DE LAS ALTURAS
Nación: CASTILLA
Edad: 26
Descripción: Por algunos considerada la segunda mujer mas bella del barco luego de Sez. Apasionada. Con ojos y cabellos negros. De altura 1 metro 60 y delgada.
Unión al Barco: Se unio al barco buscando huir del destino que le esperaba, ser esclava de un comandante montaignes. Su destreza fisica ha hecho que se haya ganado un lugar en las alturas, de hecho nadie mantiene el equilibrio como ella.



ALESSIA MALLARD
Puesto: MARINERO
Nación: AVALON
Edad: 26
Descripción: Cabellos castaños y ojos celestes. De una contextura firme y fuerte ha hecho temblar a mas de un marinero en cubierta
Unión al Barco: Ella y su hermana se unieron en el ultimo tiempo del antiguo capitan. Nunca han comentado bien la razon aunque varios apuestan que es porque estan embelesadas con Arthur



BRYONY MALLARD
Puesto: MARINERO
Nación: AVALON
Edad: 24
Descripción: Por el contrario de su hermana, Bryony es mas pequeña fisicamente e incluso aun parece una niña por su cabello corto rubio y sus ojos verdes . Sin embargo ese rostro de niña oculta a una gran fiera.
Unión al Barco:Se unio junto con su hermana, Bryony ha comentado alguna vez que ellas se han criado en las calles y un barco era su mejor opcion



ANGUS
Puesto: SEGUNDO ARTILLERO
Nación: AVALON
Edad: 35
Descripción: Angus pese a ser joven aun ya lelva los años de ser un perro de mar. Es de aspecto duro con algunos cabellos blanos. Serio y analizador. Aunque nadie duda de su capacidad de bebedor la cual se equipar con su amigo Donovan
Unión al Barco: Angus se union en la vieja epoca del Antiguo Capitan de hecho a formado amistad con Donovan ya que son quienes mas años hace que estan alli. Se ha sabido ganar un lugar como segundo artillero debido a que dentro de todos los piratas es el que entiende mejor de disposiciones, los demas solo saben disparar.

DONOVAN
Puesto: SEÑOR DEL CASTILLO DE PROA
Nación: AVALON
Edad: 40
Descripción: Un veterano marino, canoso y medio calvo, desde hace tiempo que está en el barco. Medirá un metro setenta, y se mantiene en óptimas condiciones físicas. De cáracter sobrio, ama el ron y el dinero como todo buen pirata.
Unión al Barco: Desde siempre, es conocido de Arthur, de Keira y de James. Siempre ha sido afortunado en combate y es por esa razón que todavía vive. Fuente inagotable de historias de su tierra y anécdotas del mar, cuándo tiene que pegar un par de gritos lo hace para organizar todo.



ANGELA CASELLI
Puesto: VELERO
Nación: VODACCE
Edad: 22
Descripción: Un metro sesenta, flaca, de abultado pelo negro recogido. De cáracter amigable, se siente muy a gusto en el barco, donde realmente pudo dejar de ser una don nadie. No quiere saber nada de su patria.
Unión al Barco: Angela es una mujer que nada tenía en su tierra y se coló en el barco. En vez de ser envíada a la jaula, la chica se mostró muy trabajadora, y dado que el barco se había incorporado a la Fraternidad, se le dio una chance. Las distintas bajas y su buena predisposición le permitieron ir subiendo posiciones (también las muertes, claro).



ANTONIO CASELLI
Puesto: MARINO
Nación: VODACCE
Edad: 17
Descripción: Un joven adolescente, hermano de Angela. Un metro sesenta, todavía no se termino de formar fisicamente. Pelo negro, largo, atado. Muy curioso, admira a su hermana.
Unión al Barco: Poco tiempo después de la unión de Angela, el barco hizo un paso por Vodacce, donde ella reclutó a su hermano, sacándolo de la granja familiar. Él se unió al instante, soñaba con una vida lejos de la tierra difícil de arar. Es una joven promesa que puede estar largo rato escuchando a sus compañeros marinos y que por ello es proclive a muchas bromas dada su ingenuidad.



HAMIT KADIR
Puesto: MARINO
Nación: LUNAR
Edad: 19
Descripción: Piel morena, cuerpo formado por incontables batallas, un metro ochenta. De cáracter reservado, es uno de los primeros en mandarse al combate.
Unión al Barco: En una de las tantas excursiones de venta al Imperio de la Media Luna, Hamit fue reclutado. Ex soldado imperial, fue dado de baja por un problema de polleras y tuvo que escaparse. Aceptó la vida en alta mar, en general da la impresión de buscar la muerte, pero es solamente que quiere juntar plata suficiente para volver a su tierra y establecer un negocio propio.



DEMIR ERHAN
Puesto: MARINO
Nación: LUNAR
Edad: 18
Descripción: Metro setenta, flaco, piel morena, pelo largo en una trenza extraña. Demir es un hombre de mundo pese a su edad.
Unión al Barco: En otra de las paradas de la Dama en tierras lunares, se reclutó a este hombre, por pedido de Drake. Lo vendian como esclavo, dado que su amo lo había encontrado robando en una expedición a Cathay. Por sus conocimientos de esa tierra lejana, Drake lo compró y le garantizó la libertad. Hombre profundamente religioso, Demir quiso ser esclavo de Drake, pero este lo unió a la tripulación. Tiene conocimientos superficiales de Cathay, que es la razón por la cuál Drake lo unió

martes, 22 de septiembre de 2009

Sez



Libertad.

Desperté en una cueva oscura, no recuerdo mucho de esos primeros días. Tenía frío, mucho frío, prácticamente estaba desnuda, y me encontraba atada de manos y piernas con gruesos grilletes. A lo lejos veía una pequeña luz, aquella que nunca iba a poder alcanzar. Afuera escuchaba el sonido del mar, las olas rompiendo en la playa.
Comencé a sentir mucha hambre, hasta que incluso eso lo olvidé. No era consciente más que de mi propia presencia, del dolor que sentía en las muñecas y los tobillos y del horrible olor de mis propios excrementos
¿Cuánto tiempo llevaba así? Pasaban los días afuera porque veía como la luz se oscurecía y luego volvía a aparecer.
¿Dónde estaba? ¿Quién era? ¿Cómo había llegado a ese lugar?
Grité tanto hasta que me quedé sin voz, pero nadie me escuchó, quizás no había nadie allí. Me pregunté quién tendría tanta maldad en su corazón como para dejarme abandonada allí. Seguramente no sería largo, moriría de hambre de un momento a otro…
Escuché unos pasos, cuando quise pronunciar palabras no pude, tenía la garganta tan seca de la sed que el solo pensar en querer hablar me dolía.
Un hombre me sacó de ese lugar, Drake, creo que jamás voy a poder agradecerle lo que hizo por mí ese día.
-No tengas miedo, no voy a hacerte daño…
Hacerme daño… agradecí no recordar nada, agradecí no poder confirmar lo que me estaba imaginando ¿Qué me habían hecho? Drake me llevó afuera de la cueva, gracias a la poca luminiscencia que entraba todos los días no me quedé ciega al salir nuevamente al exterior. Me llevó hasta la orilla del mar y me ofreció agua, bebí con ansiedad y me sacié, ni el mejor vino volvió a tener el sabor de esa agua.
-¿Cómo te llamas?
-No lo sé… No sé quien soy… no recuerdo nada.
-Bueno, tendré que llamarte de alguna forma.
Él se acercó a mí y yo retrocedí, no sabía por qué pero no quería que ningún hombre se me acercara en ese momento. Él no se acercó más, quizás él también imaginó lo mismo que yo.
-Tu colgante…- me dijo él- ¿qué dice?
Un colgante, ni siquiera me había dado cuenta de que lo tenía puesto. No sabía cómo pero pude entender la escritura.
-Dice “Sez”
-Te llamaré Sez entonces ¿te gustaría?
-Sí…
Drake volvió a la cueva, yo no quería acercarme allí; no, no quería volver a ese lugar. Cuando regresó tenía un objeto en sus manos y me lo entregó.
-Creo que esto es tuyo, no sé para qué servirá pero quizás te ayude a recordar.
Hice ademán de no recordar nada, pero sí sabía para qué servía.
-Sirve para predecir el clima.
-Entonces nos será muy útil. Tenemos que salir de esta Isla.
Una Isla, no recordaba haber llegado a ninguna Isla, no recordaba nada antes de haberme despertado en esa cueva.

Drake

Drake y yo estuvimos un mes en ese lugar, un mes en el que fui dándome cuenta de las habilidades y conocimientos que poseía. Era muy extraño, no recordaba nada de mi pasado, pero cuando era necesario mis habilidades resurgían a mi memoria. Para averiguar qué idiomas sabía hablar Drake comenzó a hablarme en los idiomas que él conocía. De los que yo no parecía conocer él comenzó a enseñarme algunas palabras. Dejé de tenerle miedo. Al principio, quizás debido a mis experiencias que no recordaba pero que evidentemente habían dejado una gran marca, era reticente a acercarme a él.
Cómo decirlo, para mí Drake era una especie de “dios”. Era mi salvador, el hombre que me había rescatado de la oscuridad en la que otros me habían abandonado. Sobrevivimos juntos un mes en la isla en la que nuestra amistad se forjó y creció.
Yo no recordaba nada de mi pasado, él sí recordaba el suyo pero no quería hablar mucho de él, entonces los dos decidimos que desde ese momento eso ya no importaba, íbamos a vivir ese presente, hasta que algún barco se acercara lo suficiente y pudiéramos salir de esa Isla, que tan mal no estaba teniendo en cuenta las prisiones en las que habíamos estado hasta entonces.
Sé que a Drake le hubiera gustado averiguar mis habilidades con las armas, pero lo cierto era que no había esas cosas allí, sin embargo improvisó dos “espadas” con ramas de árboles y pude descubrir lo que era capaz de hacer. Cuando él me golpeaba yo me defendía y lo atacaba a él que a duras penas podía detener los golpes que le asestaba.
-Si puedes hacer eso con un palo, no me imagino lo que harías con una espada…
-No recuerdo haber sostenido una espada en mi vida.
-Pero es evidente que sabes sobre el asunto.
Ambos entrenamos bastante en la playa, corríamos, hacíamos ejercicios y además estudiábamos. Drake era un hombre instruido, había ido a la universidad. Me pregunté si yo también lo había hecho.
Una noche estábamos admirando el mar, la luna le daba ese brillo plateado a las olas que rompían frente a nosotros. El clima era ideal, la brisa del mar no era fría y nos quedamos allí luego de comer algunos frutos que habíamos recolectado durante el día, uno sentado al lado del otro, mirando hacia el horizonte. Ya casi habían pasado treinta días, en los que Drake y yo nos habíamos permitido conocernos en todos los aspectos, salvo en uno…
Él se quedó mirándome fijamente, cuando me di cuenta le sonreí.
Tenía unos ojos muy claros, debajo de esa barba desprolija se encontraba un hombre muy atractivo. La situación era ideal para que también nos conociéramos en ese otro aspecto. Sabía que él estaba pensando lo mismo que yo, y me acerqué más a él. Unas palabras románticas de mi salvador hicieron el resto. Nos besamos apasionadamente bajo la luz de la luna, él me acarició y sentí el fuego correr por todo mi cuerpo. Nos desvestimos y nuestros cuerpos se conocieron por fin sobre la arena de la playa.
Al día siguiente un barco se acercaba a la Isla, nuestra vida allí se terminaba, era hora de empezar de nuevo, y así como esa pasión había nacido así terminó, tan rápido como había empezado. Pero nunca voy a olvidarme esa noche, y estoy segura que él tampoco podrá olvidarla.

Alonzo

Jamás estuve con ningún hombre de la tripulación del barco. Yo no conocía mi pasado y no podía atar a nadie a mi destino incierto. Así que cuando quería estar con un hombre esperaba llegar a un puerto. En las tabernas elegía a un hombre que me gustara y lo seducía, creo que hasta hoy ninguno pudo resistirse a mis encantos. Entonces era fácil, satisfacía mi deseo, dejaba contento a mi acompañante y al día siguiente (o pocos días después) el barco zarpaba y con él todo tipo de relación que pudiera llegar a tener.
Si bien no era lo ideal, tampoco me molestaba, y además no hacía daño a nadie. A veces Arthur se ponía a tocar alguna pieza en las tabernas que visitábamos y algún hombre se ponía a bailar conmigo, me gustaba mucho bailar, quizás en mi vida anterior hubiera sido mi profesión… en fin, no sabía nada de mi pasado, y no recordaba nada tampoco, ni imágenes, ni personas, ni recuerdos… nada.
Pero como siempre que uno tiene planes, esos planes por lo general nunca salen como uno quisiera… Habíamos llegado a Iskander con la intensión de vender mercancías que habíamos obtenido en el anterior saqueo. Eso era bueno porque iba a haber paga. Así que fuimos a una taberna y obviamente fui con mi objetivo de siempre de conquistar algún alma por una noche. Arthur comenzó a tocar un baile alegre, miré a mi alrededor y no me gustó ninguno de los hombres que estaban allí, así que saqué a bailar a Alonzo.
Él le pidió a Arthur que cambiara el tono de la música a un flamenco. Era muy bueno bailando y hacía pasos muy complicados así que viendo que podía seguirme yo también empecé a hacer giros inesperados. Fue muy divertido, pero a la vez… jamás nadie había bailado conmigo de esa manera… La pasión del castellano en ese baile me cautivó. Fue como si nos hubiéramos conocido en ese momento a pesar de que llevábamos tiempo de viajar en el mismo barco.
Alonzo. Me dijo palabras hermosas esa noche… y se me presentó por primera vez el interrogante. “Jamás con alguien de la tripulación”, mis propios pensamientos regresaron a advertirme. Pero Alonzo era un caballero, que pocos había conocido. Volvimos al barco y dormimos abrazados en la cubierta. Un extraño sentimiento ¿Sería felicidad? me embargó antes de quedarme dormida en sus brazos.
Cuando tocamos puerto otra vez decidí que quizás no debía seguir haciendo caso a ese precepto que me había impuesto. Sí, Alonzo era de la tripulación ¿y qué? Busqué una lujosa posada con la clara intención de llevarlo allí esa noche. Cuando salimos de la taberna después de haber bailado juntos, le dije que lo iba a llevar a otro lugar. Cuando llegué le pedí un buen vino al posadero. Subimos a la habitación y serví las dos copas. Él estaba sentado en uno de los sillones. Comenzó a conversar, pero yo no quería eso. Estaba esperando que yo tomara la iniciativa así que me acerqué a él y lo besé en los labios. Recuerdo que me dijo que él iba a devolverme una noche mucho mejor que aquella.
Él me acarició mientras me decía hermosas palabras… jamás me había sentido así antes, al menos no en el tiempo que recordaba. Me llevó a la cama y nos desvestimos mutuamente hasta que solo sentí su piel contra la mía, su calor… ¿Qué era eso que estaba sintiendo? Pasión… pero también había algo más. Decidí dejar de pensar de una vez y me entregué a sus brazos.
Al día siguiente cuando me desperté él me había traído el desayuno y un hermoso ramo de flores… Decidí que ya no había vuelta atrás. Iba a hacer feliz a ese hombre así como él me hacía feliz a mí.

Charla entre Drake y Alonzo

Debo desahogarme un poco hablando contigo viejo amigo.
Debo admitir que nunca la habia observado con detenimiento, debe ser por los constantes saqueos o los tiempos que estamos fuera del barco debido a tus compromisos en las tierras continentales.
Como pude ignorar esos bellos ojos que son tan profundos como el mismo mar. O incluso haber ignorado su figura que podria competir con la figura de las antiguas diosas.
Oh, Amigo mio como he podido ser tan ciego
Sigo extrañado, debido a la forma de darse las circunstancias pero no me quejo, jamas lo haria.
Solo que ha pasado tiempo desde que mi vda cambio, que no me habia sentado a observar a una mujer con detenimiento. He estado tan preocupado por la venganza y por el odio hacia los montaigneses, lo siento amigo a veces olvido que es tu tierra, que se habia pasado por alto adorar a tan bello homenaje a la palabra hermosura.
Haber sentido su cuerpo tan cerca del mio esa noche en Iskandar hizo que despertara al mundo de vuelta.
Sabes amigo mio me alegra haberte vuelto a encontrar y ver que tienes un corazon que clama por tu presencia. Mas yo me he limitado a la venganza y he olvidado lo que eso significaba.
Pero incluso estas suposiciones son inciertas, no niego que Sez es una hermosa mujer y mas aun tiene cierto encanto mas alla de sus curvas que me hinoptiza. Mas que tan lejos podremos llegar ojala a buen puerto sea.
Pese a lo dificil que llevemos nuestras vidas tengo esperanzas de que algun dia podamos tener la paz que buscamos ya sea en mar o tierra.
Maldicion, Drake juro por Theus que jamas he conocido mujer como ella. Su sensualidad, su pasion, su sonrisa, todo en ella no tiene punto de comparacion. Cuan distinta es de las mujeres de la nobleza.
Amigo creo que es hora de volver al trabajo, se que quieres saber el detalle de que ocurrio esa noche pero sabes que soy un caballero...
Solo te dire que por ella...

(escribió Max)

Deberías ser cuidadoso con ella, mi amigo. Conozco a Sez hace tres años, y todavía hay cosas de ella que la hacen un verdadero enigma. Su sonrisa y sus belleza son condimento para los ojos de cualquiera, pero es poco lo que sabemos de ella, y lo que ella dice saber de sí misma. No obstante, su sonrisa espontanea, su carisma, su buena predisposición y lealtad... como pirata es excelente, como mujer... también.
Dejame decirte que noto a tu corazón agitado, mi buen castellano. ¿Acaso los hilos del amor se han posesionado de tí? Sé cauteloso, pues es un camino difícil, con más felicidad que tristeza, pero tristeza al fin.
Las relaciones son como el agua, amigo: el agua va buscando siempre un sendero, hasta que algo la contiene... tu corazón anhelaba amor, y evidentemente encontró un dique. Quizás parezca algo exagerado en vista de lo sucedido, pero te noto genuinamente atraído. Comprendo tus sentimientos... me han conmovido y me conmueven.

Varios recuerdos se apañaron en la mente de Drake a medida que pronunciaba estas palabras. Suaves besos en los canales de Vodacce. Risas inocentes tras bambalinas en el Palacio de Charousse. Alguna caricia con Sez bajo las estrellas. La mirada inocente de Keira. La pasión de Lucía. El corazón de Just no era el mismo que el de Drake. Pero como reaccionaría Just al ver a Lucía? Siempre temía el encuentro.

Había amado y compartido su lecho con muchas mujeres en su vida. Muchas habían dejado marcas indelebles, otras solo pasión, buenos momentos.

Disculpa Alonso, mi dama me solicita. La tuya te espera.

(escribió Draften)


Solo te dire amigo mio para terminar que la he visto a los ojos, y esos ojos no mienten. Ha demostrado quien es y eso lo que importa mas alla de lo que haya sido su pasado. ¿Acaso nosotros dos, no somos pruebas de lo que es tener un pasado y ser algo distinto en el presente?
Pero nuestra voluntad e ideales jamas cambian seamos nobles o piratas y yo creo lo mismo de Sez

(escribió Max)

Alonzo


Don Alejandro Robledo De Torres pertenecia a una de las mas numerosas familias Nobles de Castilla. Los terrenos familiares se extendian por toda la zona oeste de Castilla lindando en los limites con el mar.

Realmente Don Alejandro era agraciado puesto que estaba casado con la joven de otra de las familias importantes de Castilla, Doña Lucia Zepede De Garcia. Y aun mas lo fue cuando nacio su primer hijo, Rodrigo Garcia de Torres. El pequeño primogenito era una razon de absoluta alegria para Don Alejandro, incluso los festejos llegaron a durar 3 dias con sus respectivas noches.

Y como Don Alejandro era realmente agraciado tuvo una segunda razon para celebrar, siete años después del nacimiento de Rodrigo nacia su segundo hijo Alonso.

La vida de Alonso tuvo giros particulares. Dado que los movimientos de las tierras administradas por Don Alejandro eran enseñados a Rodrigo por ser el primogenito, a Alonso se decidio enviarlo a aprender lo mejor de la Educación Castellana.

El asistir a la Universidad produjo cambios en la forma de ser y la forma de pensar de Alonso, el siempre habia disfrutado los privilegios de ser un joven acaudalado pero ahora habia conocido a alguien que veia las cosas de otras formas. Alonso habia escuchado rumores de lo que acontecia en Montaigne pero nunca fue de su interes hasta que conocio a Just Michel du Gloyre, un joven montaignes que se encontraba estudiando en Castilla.

Alonso quedo sorprendido por la forma de pensar de Just y la pasion y amor que sentia Just por su tierra era digna de un castellano, aunque fuera montaignes.

El tiempo paso y la universidad finalizo, Just retorno a Montaigne y Alonso comenzo a dedicar su tiempo entre practicas de esgrima y reuniones nobles pues es lo que mejor sabia hacer según su padre, Don Alejandro.

Habian surgido varios rumores de que Montaigne pretendia invadir Castilla, razon por la cual se organizo una comitiva de nobles encabezada por Doña Lucia Aldana de Gallegos para asistir a una reunion con El Emperur.

Justamente por lo delicado de la situación y porque sus tierras se verian inmersas en el conflicto Don Alejandro fue contactado por El Rey para enviar un representante, ese representanto se decidio que seria Alonso.

El destino quiso que Alonso volviera a encontrarse con su amigo Just, aunque no fueran las mejores condiciones ya que en toda la situación habia cierto nivel de tension. Sin embargo parecia que el buen Just amortizaba la situación con una dama castellana.

Realmente el casamiento de Just fue una noticia muy agradable, en primer lugar por la alegria de que un amigo encontrara el amor y por otro esta union entre dos familias nobles seria el inicio del fin de los rumores.

Sin embargo tanta alegria no duro demasiado ni evito el gran desastre. La desaparición del Heredero al Trono y la desaparición/muerte de Just en Castilla derrumbo toda esperanza de paz.

Cuando comenzaron las primeras marchas montaignesas , Don Alonso se encargo de organizar la resistencia junto a su hijo Rodrigo.

Alonso deseaba participar con toda su alma de la lucha junto a su padre, pero el decidio enviar a su esposa junto con Alonso y varios sirvientes hacia la zona continental del pais.

Alonso junto con su madre recibian noticias del frente esporádicamente. Alonso aun recuerda ese dia en que un mensajero del Rey llego a su muerta para entregarle la espada de su padre envuelta en su capa. Alonso sabia lo que significaba eso pero no dijo palabra algun por dias. Su madre lloro desconsoladamente durante todo el dia de la noticia.

Dentro de Alonso se albergaba una gran rabia y un gran dolor. Juraba recuperar sus tierras y vengar la muerte de su padre y de su hermano asi deba matar a todo el ejercito montaignes el solo.

Alonso decidio embarcarse en la aventura dejando a su madre y a su sirviente de mas confianza Francisco manejando las tierras que ahora poseian.

Pero la rabia original se fue alejando a medida que Alonso recorria camino, se entreno en el manejo del latigo y en el uso de pistolas. Lo que el haria no seria noble, no seria glamoroso simplemente seria recuperar lo que es suyo y lo haria sin cambiar de nombre porque queria que sus enemigos supieran su nombre antes de caer.

Asi fue que su paso lo llevo a un puerto de Castilla, en el cual vio que habia distintos barcos. Habia oido sobre piratas que saqueaban barcos de distintas nacionalidades, esto le dio una idea muy interesante podria dar varios golpes a los Montaigneses desde ahí.

Asi decidio cambiar sus habituales ropajes nobles por un vestuario completamente negro que incluia capa, sombrero, latigo y 2 pistolas aparte de su espada.

Gracias a su oratoria logro conseguir subir a un barco que lo llevaria hacia El Imperio de La Media Luna lugar donde se comentaba podrian encontrarse a aquellos que el buscaba.

El destino suele jugar de formas extrañas, cuando Alonso llego al puerto MediaLunar descubrio un mundo distinto aunque en pequeños matices similar a su natal Castilla. Camino por el puerto buscando una taberna donde ingresar, habia varias para elegir asi que no hizo diferencia en la cual entrara.

Una vez dentro de la taberna todo transcurria normal hasta que una mujer comenzo a hablar. Alonso que no entendia el idioma consulto al tabernero que estaban diciendo. Interesado al saber que buscaban tripulantes se giro a observar a la muchacha, sin embargo lo que le llamo la atención era el hombre que acompañaba a la muchacha.

Alonso juraria que era aque que el conocia con el nombre de Just pero no podia ser el habia desaparecido según algunos o muerto según otros.

Luego de todo el show de marinos pasar y hablar con la muchacha y el hombre se retiraron. Alonso aprovecho y decidio seguirlos sin embargo en una callejuela los perdio y al doblar buscandolos fue sorprendido por un hombre.

La sorpresa fue mutua cuando ambos se reconocieron. Asi Alonso se entero la verdad de lo que le habia ocurrido a Just y asi Just tambien sintio pena de saber lo que habia ocurrido con Alonso.

Just tambien le comento como se habia vuelto a casar y ahora era conocido como Drake Santana. Tambien le conto algunas de sus aventuras y planes.

Y asi por gracia del destino dos jóvenes que ayer eran nobles ahora se encontraban convertidos en piratas surcando los mares buscando recuperar lo que se les quito y con una venganza pendiente cada uno…
(escribió Max)

Drake





1º Parte

Hubo un tiempo en el cual palabras como “Libertad y Fraternidad” definían los principios inalienables de Montaigne. Cuando los mosqueteros eran los amigos del rey, al servicio del pueblo. Pero todo tiempo tiene un fin, y el fin de esa edad de oro, joya de la libertad individual, el trabajo en conjunto y la defensa de los valores, había arribado a su peor decadencia con el imperio de Leon Alexandre du Montaigne alias “El Rey Sol” o “L’Empereur”.

En los últimos años el pueblo montaignes vivía en condiciones infrahumanas, donde los ricos eran extremadamente ricos y los pobres estaban sumidos en la peor de las miserias. El Rey organizaba fiestas exquisitas y exóticas, mientras los mendigos se apilaban a las puertas de Palacio bregando por unas verduras, un pedazo de carne, alimento. Charousse era la ciudad del esplendor, pero también la de desidia.

Esta situación no había sido siempre así. En otrora tiempo de bonanza, un grupo de Caballeros había organizado numerosas casas para albergar al pueblo, instruirlo y darle la posibilidad de seguir adelante. Con oro más allá del concebido por naciones, incluso, este grupo, la Orden de los Caballeros Mendicantes del Temple, fue el motor de un gran crecimiento en toda la nación. Pero dado su poder, su influencia, y principalmente sus riquezas, la Orden fue condenada a la hoguera por los delitos de sedición y conspiración, excusas inventadas para intentar justificar la destrucción de una facción que contaba con más adeptos que la Corona.

Es aquí donde comienza la historia de nuestro héroe. Just Michel fue nacido bajo el signo de la noble casa du Gloyre, familia que desciende de Bastión el fundador de los otrora Caballeros Mendicantes del Temple. La infancia del joven Just se desarrolla en sus campos altos de la provincia Du Gloyre, por orden de su padre el cual desea preservarle de toda la locura de la corte y la urbe. Aunque no con mucho dinero, ya que por su histórica relación con los Caballeros Mendicantes la familia fue despojada de gran parte de sus tierras y riquezas, su infancia es bastante feliz y desde pequeño traba una amistad inseparable con el pequeño Marc Mondego, hijo del Duque Mondego medico real y propietario de una de las fincas mas grandes de Montaigne cuya riqueza en gran medida se incrementa con el ascenso de L’empereur Leon al poder.
El pequeño Marc siempre fue un niño muy tímido e introvertido, podría decirse que en esos días Just fue su amigo y la única persona a la cual tenía para jugar y conversar. Al crecer ambos tuvieron el placer de asistir a la misma escuela y pero no a la misma universidad. Just fue enviado a Castilla, pero mientras estudiaba y se formaba mantenía correspondencia constante con su mejor amigo. En sus cartas, siempre comentaban la posibilidad de embarcarse juntos en la reconstrucción de su amada Montaigne, el lugar que fuera llamado “El Centro del Mundo“, hogar de la belleza, la cultura, el glamour, el heroísmo y la libertad, y que hoy por hoy era una nación superficial, hedonista, hipócrita y viciosa, donde la nobleza despilfarraba oro y riquezas mientras sus trabajadores morían de hambruna y agotamiento.

La educación de Just fue sobria y trabó amistad con varios nobles, en especial con Alonso García de Torres, quién a la larga sería uno de sus amigos más preciados y gran confidente. También entabló buenos tratos con el príncipe heredero de la corona castellana, Javier Aldana de Sandoval. Fueron pocos años los que estuvo Just viviendo en Castilla, pero el férreo estudio y la disciplina que él mismo se impuso, le permitieron salir adelante en su formación.

En Montaigne, no obstante, algunos todavía seguían luchando por una nación más justa. El Juez Edmond Michel du Gloyre, padre de Just, continuaba siendo uno de los intelectuales mas respetados de Montaigne en el tema Leyes, lo cual a su vez lo convierte en un potencial enemigo del estado a causa de su rectitud, honestidad y humanidad... cualidades mas que odiadas por el actual gobierno. Además, el juez, formaba parte de un grupo de librepensadores que buscaban la forma de reinstaurar un formato similar a las casas de la Orden del Temple, que dieron tan buenos resultados en sus tiempos, enseñando a la gente a cultivar, a forjar, a desarrollar tareas para reconstruir al menos sus bases.

Cuando Just vuelve, el más feliz reencuentro es con el hombre al que él llama hermano: Marc. La vida vuelve a sus carriles, Just se deja embeber por la Corte mientras que su padre intenta llevarlo por otros caminos.

Debido a su elegancia y gallardía, Just y Marc se convierten en dos de los posibles prospectos y partidos de varias damas de la corte mointagnesa. Pero en ese entonces la vida era pura juerga y diversión, y ninguno de los dos hubiese pensado jamás que una mujer fuera interponerse entre tan buenos amigos. Sin embargo la vida les demostraría que las cosas no son tan simples, y que algunas de las verdades que uno considera inamovibles, son en realidad puro movimiento.

La familia Michel du Gloyre recibe una invitación del mismo Empereur para acudir a una de sus rimbombantes fiestas en la cual se dará la bienvenida a Doña Lucia Aldana de Gallegos, noble castellana cuya intención es desmentir los rumores circundantes en las distintas cortes del mundo acerca de una invasión de Montaigne a Castilla. Dicha fiesta es asistida por los Mondego, los Michel du Gloyre y el resto de las nobles casas de Montaigne.

Al conocer a Lucia, tanto Just como Marc y el resto de los presentes quedan fascinados ante la pasión del fuego castellano de Lucia. En esa semana de estadía, la castellana recibe decenas de propuestas para lo que parecería ser un conveniente matrimonio que pondría fin a los rumores sobre la invasión. Es por ese motivo que Lucia decide quedarse y sellar con su matrimonio la paz para ambas naciones.

Mientras esto acontece, el juez continúa investigando un posible ataque al grupo de librepensadores del que él forma parte y descubre un insondable programa de asesinatos, conspiraciones y traición que implica a varias familias de la nobleza, encargadas de mantener el orden como sea necesario en la nación. A L’Empereur no le interesa que nadie más que él se granjee a su pueblo.

De vuelta con Lucia, después de haber estudiado todas las propuestas de casamiento, la joven anuncia que le quedan tan solo dos entre las cuales deberá decidir en las próximas semanas para sus nupcias venideras.

Pero el alma castellana de Lucia resulta indomable, por lo que la joven emprende sus deliciosas fugas nocturnas en las cuales visita a escondidas a cada uno de sus pretendientes, pero en especial a uno, el cual la intriga profundamente. No es otro que Just Michel du Gloyre, quien se ve sorprendido por esa hermosa y exótica mujer que golpea las puertas de su ventana noche tras noche. De esta manera Lucia le muestra un mundo nuevo a su querido pretendiente, es el mundo de la pasión mas allá del acartonamiento de la corte, del arte que se encara con el alma, y la belleza de la poesía castellana en sus propias palabras ardientes.
Más allá de todo, la educación de Just es principalmente montaignesa, y según esta es mas importante “parecer” que “ser”, es mas importante como se dice algo que lo que se dice en sí. Lucia le enseña, y le recuerda también, el valor de la verdad, de la honestidad, de pensar en el prójimo, del deber de la nobleza para con el país además de la juerga y la fiesta.
Inmediatamente ambos caen enamorados y un par de días después Lucia anuncia su compromiso con Just. Los dos celebran una hermosa boda en la cual Just elige de padrino a su inseparable hermano del alma que no es otro que Marc Mondego. Ambos esposo y esposa parten hacia una luna de miel hermosa en Vodacce.

Mientras tanto el Juez Michel du Gloyre continua su investigación y llega a inquietantes resultados. Los encargados de eliminar toda oposición no son otros que una de las principales familias de la nobleza, los Mondego. Esta familia es encargada de la falsificación de evidencias, cárceles secretas, campos de concentración, ejecuciones, todo lo que sea necesario para destruir toda oposición sana al Rey.

El juez Michel du Gloyre decide coordinar una reunión con sus aliados para ver la forma de evitar caer en esta conjura, y a su vez derribar a los Mondego mediante la justicia. El Rey podría influir, sí, pero la Justicia debía ser ciega y llevar la verdad. Presionado, Leon debería actuar bajo las leyes. Al menos así lo consideraba el juez. Una semana después su querido hijo Just regresa con Lucia Aldana de su adorada luna de miel. Al llegar a casa, Just encuentra a uno de los mensajeros reales del Empereur en su hogar con un sobre el cual ora que junto con Marc deberán partir cuanto antes a Castilla en calidad de diplomáticos para ver al Príncipe Javier Aldana de Sandoval, regente de Castilla y único heredero al trono además de primo de su adorada Lucia. El pedido es el de diluir las supuestas paranoias de Javier acerca de una posible invasión de Montaigne a Castilla. Por ser el esposo de la prima del príncipe y por sus años de formación en la nación vecina, es que el Empereur pide a Just que emprenda el viaje, pero insiste en la estancia de Lucia en Montaigne como signo de buena voluntad respecto al Imperio. Antes de partir Lucia le entrega a Just su crucifijo plateado, señal de gracia de la familia Aldana para cuando este concurra a ver a su primo Javier.

Marc y Just emprenden su viaje hacia Castilla donde se encuentran con el viejo conocido de Just, un inusual príncipe que resulta ser el opuesto exacto del Empereur, con ideas liberales rebosantes de conciencia social y criticas al sistema de propiedad feudal. Es un verdadero librepensador, al igual que Just y su padre.

El encuentro con los embajadores montaigneses no se produce sin menores incidentes y rispidez ante la soberbia del príncipe y sus afirmaciones de lo que el dice será una “Inminente invasión a Castilla”. Las negociaciones no resultan, más allá de la buena voluntad de Just y Javier, y terminan en el fracaso. Just y Marc solo deciden quedarse unos días más para visitar a la familia imperial Aldana y darles los saludos de Lucia.

Al tiempo que todo esto ocurre, las sombras comienzan a ponerse en movimiento...

Dos días después de la última reunión con los diplomáticos, se publica la noticia de la misteriosa desaparición del príncipe Javier Aldana. Ante esto Marc recomienda a su amigo emprender el retorno inmediato a su patria, esa misma noche ambos hacen sus equipajes y se dirigen directamente al puerto de Castilla llamado “La Boca de Dios”, en el camino son interceptados por lo que parece ser una panda de ladrones pero los dos logran escapar a los callejones mas estrechos y oscuros de Castilla.

En Montaigne, al mismo tiempo, en medio de lo que parece ser un simple paseo, el juez Edmund recibe cinco tiros en el pecho y espalda, cayendo muerto al instante. Todas sus pertenecías y efectos son sustraídos de sus aposentos y de sí mismo, quedando tan sólo un cadáver desnudo ante el frío cortante del horror del asesinato. Su casa es saqueada en busca de los nombres de la oposición a la Corona. Leon no va a tolerar que nadie se meta en su patio. Y su perro guardián, los Mondego, serán sus ejecutores.

También en Castilla la oscuridad continúa su curso, de una manera casi omnipresente. Tanto Marc como Just se refugian en los sucios callejones del puerto, donde son sorprendidos nuevamente, pero esta vez no por ladrones. Los hombres que los rodean, están vestidos con ropas finas de seda y terciopelo, con un diseño montaignes inconfundible. Todos rodean a Just, uno de ellos desenvaina una daga y ambos rivales se abalanzan como si fueran dos tigres. En un movimiento entre fortuito y magistral Just logra desviar la trayectoria de la cuchillada, y asesta un terrible golpe al estomago del hombre que cae doblado y suelta el arma; pero al intentar recogerla Just siente como la picadura de una avispa en sus costillas, y se encuentra con la daga de otro de sus captores incrustada aun costado de su estomago; su vista se hace borrosa mientras cae de rodillas y es entonces cuando todos los hombres se arrojan al unísono descargando golpe tras golpe al rostro y a todo el cuerpo de su victima...

Los cinco hombres se hacen a un lado, dejando a la vista el cuerpo sangrante y aún gimiente de lo que alguna vez había sido Just Michel du Gloyre...
El pobre montaignes desahuciado abre sus ojos como con todo el peso del dolor de sus párpados y tan solo atina a levantar su mano pidiendo ayuda en dirección a Marc, el cual en un rincón inmerso en las sombras después de haber presenciado todo el espectáculo avanza unos pasos. Just apenas puede articular un sonido, un gemido en busca de piedad, la cual le había sido denegada...
Marc se adelanta unos pasos mas, su rostro se articulaba entre estoico y apesadumbrado...
- Lo siento mucho mi amigo... de veras lo siento... –dice en voz baja y entrecortada– Desde pequeño tu lo has tenido todo... y yo nada...
Just apenas podía escucharlo, mientras sentía las gotas de sudor conjugándose con las de sangre cayendo por rostro...
- Si yo hubiera sido el hijo de tu padre, y no de esa bestia que me procreo. Si hubiera hecho caso a las advertencias de mi madre cuando me dijo que no deseara la mujer del prójimo... –continua diciéndole mientras al arrodillarse ante su amigo– Y si Lucia no me hubiera descartado en la semana anterior a tu compromiso; estoy seguro que las cosas hubieran sido de otra manera...

Marc vuelve a ponerse de pie y retrocede varios pasos sumiéndose de vuelta en aquel rincón de sombras, mientras otro de sus hombres saca una arma, y apuntando directo al pecho de Just abre fuego a sangre fría y sin el mas mínimo miramiento.
Entonces el cuerpo del que alguna vez hubiera sido su amigo Just cae inerte, todavía desangrándose...
- Lo mejor es que os vayais de aquí cuanto antes, señor – le dice uno de los asesinos a su protegido – Su padre le ha reservado una embarcación para sacaros rápidamente de aquí.
Marc logra asomar del trance en el que la muerte de su amigo lo había sumido...
- Nos ocuparemos de su cuerpo... ya nunca mas a volverá a verlo...
Todos hicieron un profundo silencio y uno de ellos avanza firme...
- Que Theus lo proteja, porque ya no habita el mundo de los vivos...


2º Parte

Oscuridad... aspereza... humedad...
“Si yo hubiera sido hijo de tu padre...” resonaban las palabras “en vez de la bestia que me procreo”
El olor a madera húmeda y podrida se conjugaba en sus pensamientos.
“Si Lucia no me hubiese rechazado, una semana antes de tu compromiso...” resonaba esa voz.
“Entonces estoy seguro que las cosas hubieran sido de otra manera” y un estruendo ensordecedor retumbaba en su cabeza...

“... Nosotros nos desharemos del cuerpo...”

De esta forma Just Michel du Gloyre abrió sus ojos, encontrándose solo y desorientado en el medio de la nada...
Poco a poco comenzó a moverse después de un rato; empezó por sus piernas y sus brazos que eran los más acalambrados. Comenzó a sentir como su jaula de tela cedía ante el movimiento, y luego percibió algo de sonido y luz cerca de donde estaba recostado. Primero estiró sus brazos hacia fuera de la jaula, luego su rostro y luego el resto de su cuerpo.

Just se descubre a si mismo estando en algún sótano oscuro dentro de una bolsa de tela gruesa junto a y una pila de hombres encadenados. Nota aberturas con pequeños tapujos de agua entrando en los listones de madera que conforman las paredes; el olor a la humedad del océano junto con el movimiento de la habitación es inconfundible...
- Un barco, estoy en un barco- se dice a sí mismo, pero entonces recuerda las imágenes del callejón; sus captores torturándolo explican el tremendo dolor que siente en su rostro y en todo el cuerpo. El sonido de ese tiro retumbando en sus oídos es algo que lo ha dejado marcado para siempre junto con la sensación del impacto en el pecho. ¿Es que acaso voy rumbo al otro mundo?

Al abrir la camisa, Just encuentra la explicación al ver el crucifijo de Lucia todo retorcido con la bala de sus asesinos incrustada en él. Rápidamente el joven montaignes se deshace de la bolsa y siente su tremenda debilidad producto de no haber comido o bebido en tal vez días. Casi no puede sostenerse, por lo que se arrastra hasta llegar al resto de los prisioneros, con quienes intenta establecer un diálogo en vano.
Un rato mas tarde, otra presencia logra ingresar al sótano del extraño barco, habla una lengua inentendible, y al ver a Just sin cadenas decide azotarlo para luego encadenarlo a la pared con los demás prisioneros.
Así es como transcurre el viaje. Solo le dan de comer un repugnante engrudo con gusto a cenizas.
Al encallar el barco, después de mucho tiempo, Just vuelve a ver la luz del sol, en una extraña arquitectura que lo rodea con gente color ébano y las marcas del segundo profeta. Lo único que puede ver mientras lo transportan encadenado en una carreta junto con otros más, tal cual fueran un costal de huesos, es un acantilado con una enorme y extraña construcción similar a las que había visto en las pinturas de sus libros, aunque no puede recordar de donde. No había pasto, solo tierra seca, piedra y polvo. Si hasta la propia construcción donde lo estaban llevando parecía hecha de arena.
Pronto Just se da cuenta que esa enorme y cuasi abandonada construcción es nada mas y nada menos que un enorme calabozo perdido en un algún lugar del mundo, enclavada en un acantilado con salida al mar.

El joven Montaignes es llevado entonces hasta los sótanos más profundos y oscuros de la cárcel. Allí comienzan a pasar nuevamente los días, las semanas y los meses, sin tener novedad alguna de si era de noche o de día. Lo único que puede ver es el plato de comida nauseabunda que le pasan por una de aberturas inferiores de la celda de roca cruda en la que se encuentra.
Las horas parecen inacabables y dejan de hacerse distinguibles de los días y los meses; lo único que Just puede escuchar son sus propios pensamientos buscando una explicación a todo lo ocurrido. Sólo existe el odio en su ser. La venganza.

Es en una noche sin embargo, o tal vez en un día... que un extraño ruido comienza a resonar en las paredes de la celda, pequeños golpes se escuchan de manera tal que Just se despierta y comienza apoyar su oído en la pared.

En una de las paredes el polvo empieza a caer y comienza a dibujarse un agujero en la pared. De allí emerge un anciano con una enorme y desprolija barba tal como la que ha comenzado a crecer en el rostro de Just. Al entrar el anciano, el joven reconoce en la mano de su huésped un anillo idéntico al que su padre usaba en el juzgado y la magistratura. Luego de intercambiar algunas palabras y retazos de frases en distintas lenguas, ambos llegan a la conclusión de provenir de la misma nación. Al presentarse, el viejo no resulta ser otro que el celebre Abate Charles de Coulmier, gran opositor al régimen del Empereur Leon Alexandre, enviado a prisión por ese mismo motivo.
Con el tiempo, el abate se da cuenta de la desolación en el rostro de Just, de que tan solo esta allí por se un alma perdida... tal como él.
El viejo comienza a enseñarle a Just su pequeña obra de ingeniera, el sistema de túneles que ha trazado a lo largo de media prisión. Just no puede creerlo, piensa que no es posible pero el Abate es un hombre de experiencia que conoce más sobre la posibilidad de lo imposible. Al mostrarle sus túneles le cuenta que ha ido cronometrando cada ronda de vigilancia de los chaperones, y cada turno de cena y almuerzo de media prisión. Obviamente y con la intención de pergeñar algún escape Just se ofrece a hacer el relevamiento de la otra mitad de la cárcel.

El abate comienza a reír a carcajadas y entonces le habla sobre la paciencia, que es lo que más se requiere en situaciones como esta ya que el relevamiento de la otra mitad de la cárcel requerirá mucho tiempo, y más tiempo aun de práctica para que ambos puedan coordinarse en sus tareas. En ese momento Just se decide a preguntar al anciano sobre su extraño anillo a lo que primeramente el anciano se muestra reticente, pero al escuchar el nombre Michel du Gloyre su actitud cambia radicalmente, y esta mas que decidido a contarle la verdad.
El, tal como el padre de Just, formaban parte de un grupo de librepensadores, hombres nobles en busca de justicia social, democracia y crecimiento: el Rilasciare. Esta célula propia databa de la era de los caballeros más famosos: Los Caballeros Mendicantes del Temple. Pero entonces la Corona montaignesa los destruyó, y luego debieron ocultarse en las sombras, tratando de llevar la justicia y el bienestar a los oprimidos. Este grupo buscaba la forma de organizar al pueblo para tratar de liberarlo de su yugo sin la violencia, pero el Rey descubrió la conjura y desarticuló a varios miembros, entre ellos el Abate.
Todos los sobrevivientes de aquellas funestas noches de fuego y dolor, después de mucho tiempo decidieron reagruparse y reformar la célula, denominada ahora “Los Caballeros Templarios”.
El abate estaba al tanto de que el juez Michel du Gloyre era uno de los integrantes de esta atalaya, encargado de investigar a las familias nobles y su implicancia con el Empereur y administrar justicia. En esa época es cuando el abate es descubierto y enviado a prisión, y con su sacrificio, ya que muchos de los otros integrantes fueron vilmente asesinados, éste se sacrifica y promete confesar si lo dejan vivir. Es confinado en esta tortura del fin del mundo hasta que confiese los demás nombres. Está de más decir que jamás lo haría; hacia ya demasiado que el Abate se encontraba allí.
Just recobra entonces algo de fuerza, se da cuenta que debe escapar de allí como sea pero el abate le insiste con la paciencia. Día tras día, noche tras noche ambos comienzan a tener encuentros furtivos en el lugar de la cárcel que alguna vez fue una biblioteca abandonada; allí Just aprende matemática, física, filosofía, literatura, se vuelve a instruir de una forma fantástica; y el abate se decide por enseñarle un extraño sistema manual-coordinativo para poder luchar con dos armas a la par. Los años transcurren, y cuando Just al fin después de mucho tiempo esta listo ambos comienzan el relevamiento completo de la cárcel. Rondas de vigilancia, turnos de cena y almuerzo, descansos de los guardias y una vez cada cuatro semanas ambos identifican la llegada de alguna clase de transporte, presumiblemente un barco que llevan abordo las bolsas de cuero con los presos muertos.
Bastantes meses más transcurren, hasta que ambos logran aceitar el mecanismo. Los dos acuerdan encontrarse en la vieja biblioteca para emprender el escape entre la última ronda de vigilancia y el turno de la cena. Efectivamente ambos llegan a destino y comienzan su escalada por los túneles de la prisión; con tan mala suerte que al tomar el túnel de biblioteca, son sorprendidos por un guardia que secretamente se encontraba allí con una prostituta.

Tanto Just como el Abate son duramente castigados, quedando este último muy mal herido como para emprender otra huida. En ese lapso de tiempo es Just el que lo cuida y lo va curando con los conocimientos aprendidos en la Universidad y los propios enseñados por el abate. El Abate decide entonces hacer su última revelación a Just: esto es el verdadero motivo de su encarcelamiento. El Abate conoce en realidad la ubicación de uno de los tesoros más maravillosos que uno pueda imaginar. Se trata de un tesoro templario llamado “El tesoro del Ermitaño” ya que en realidad se trata de todas las propiedades en oro, plata y joyas que datan desde los tiempos de las cruzadas, cuando la orden iba confiscándolos a todos los califatos ubicados camino a Tierra Santa. Acto seguido le entrega un mapa y le menciona una misteriosa isla perdida ubicada a cierta distancia de Montaigne... la isla se llama Zinedine.

Luego de este último diálogo, Just regresa a su celda y en lo que queda de la noche el abate llega a una conclusión. A la mañana siguiente Just acude nuevamente a la celda del viejo, encontrando al anciano muerto no de pero no de una enfermedad. Encuentra una nota dirigida a el, cuyo único recado es “Ahora ambos seremos libres... Por favor, venga a la Orden, venga a Montaigne...” y una laja de piedra ensangrentada.

Just no puede creerlo y no puede comprender la decisión del anciano, su tristeza no tiene final. Luego de pasar toda la tarde en la celda, escucha la cerradura de la puerta y decide ocultarse en el túnel acostumbrado. Ambos guardias conversan y meten al anciano en una bolsa de cuero.
- En dos horas partirá la embarcación murmura uno de ellos...

Just recuerda de repente, que una vez cada cuatro semanas las celdas se vaciaban de los cadáveres. Obviamente al igual que el, el genial abate había llegado a la conclusión de que en su presente estado y con la mayoría de los túneles tapados por su reciente intento de fuga, les seria imposible salir de allí a los dos nunca jamas... pero si a uno.
Era por ello que el abate había sacrificado la vida, en pos de la libertad de Just y para traspasarle su última tarea en este mundo. Just decide permanecer en la celda por el tiempo determinado y el último día arrastra la bolsa hasta su propia celda, acuesta el cadáver en su lecho cubriéndolo.
Se arrodilla ante él y le besa la frente.
- Perdón por esto... y gracias, ya que a ti te debo mi libertad... Gracias, abate. Haré nuestros sueños realidad, tu hijo vengará la afrenta a tu vida.

Aborda su túnel nuevamente y se mete dentro de la bolsa. A las tres horas siente ser cargado y llevado por los pasillos para ser depositado en algún lugar húmedo y pútrido, tal cual el barco en el cual había llegado hace tanto tiempo; las horas pasan y su tormento persistía entre las imágenes de su amada, su padre y los ojos de su amigo titilando como soles rojos en la oscuridad.

De repente siente caer el peso de su propio cuerpo libre, para luego sentir el agua colándose por las aberturas de la bolsa. Empieza a manotear como puede los cordones mientras se siente hundir en el océano y al fin el agua invade todo el morral. Rápidamente el joven escapa de la bolsa y se encuentra buceando hasta la superficie, donde al fin luego de tanto tiempo y con sus últimas fuerzas da un tremendo salto y puede ver la luz de sol una vez mas. Ve al barco de los cadáveres alejarse, y muy a lo lejos la playa que había sido su hogar durante los últimos siete años según cálculos del abate.
Just nada como puede y por el tiempo que puede ya que luego de unas horas cae inconsciente y tan solo deja que la marea lo arrastre hacia donde sea.

Al despertar se encuentra a orillas del mar en una hermosa playa de arenas blancas y agua cristalina, se mira las manos, ya no tienen cadenas así como tampoco sus pies. Como puede se pone de pie y con los ojos embebidos en lágrimas comienza a caminar. Son sus primeros pasos como hombre libre nuevamente.
- Gracias Abate... – murmura por lo bajo – Gracias...

El joven montaignes hambreado y debilitado luego de haber estado encerrado por siete años y haber flotado a la deriva por quien sabe cuanto comienza a pesar de todo a correr y a gritar desaforadamente con su cabello largo bailándole al sol.
- ¡Gracias Abate! ¡Soy Libre Abate! ¡Soy libre! – gritaba una y otra vez


3º Parte

Los primeros días en la isla fuerzan a Just a organizar su supervivencia. Con sus conocimientos logra subsistir, mientras va recorriendo la isla y familiarizándose con su entorno. En estos años que pasó en prisión logró aprender el idioma local, así que espera poder convencer a alguna tripulación que lo lleve nuevamente a sus tierras. Revisando la isla, descubre una caverna, aprovisionada, llena de objetos entre los cuales Just toma algunos: principalmente un cuchillo y una cimitarra, ropas, muchas de ellas raídas, y algunos instrumentos. En esta cueva, al parecer largo tiempo abandonada, descubre una mujer encadenada, de extraordinaria belleza. Just la reanima, la mujer, que responde el idioma de los lunares, dice llamarse Sez y no recordar su pasado. Just corta las cadenas con una lima y ambos salen de la cueva.
Así, pasan unos días dónde ambos forjan una bonita amistad, pese a que ella no puede conciliarse con su memoria. Algunos días después, Just logra divisar unos botes atrancados en la playa y un pequeño galeón a lo lejos. Delante de él se encuentra una ronda de hombres, uno de ellos en el medio, entrado en años.
Todos los hombres se quedan mirando a Just que no sabe que hacer ni que decir. Nota que uno de los hombres esta entrado en edad, no tiene cabello pero porta una abundante barba gris desde la cual asoma una hermosa pipa de roble brilloso. A sus lados reposan un hombre de extrema belleza y una joven delgada y de cabello rubio, la expresión de sus labios carnosos y prominentes denota curiosidad hacia Just.

El anciano resulta ser James Gandry, capitán de “La Dama de los Mares”, barco pirata avalones que termina en las costas de la Media Luna escapando de un navío de guerra mercante vodaccio, la muchacha es su hija y el hombre del centro es el principal aliado del Capitán, Arthur. El hombre del medio es el contramaestre del barco, acusado de traición.

Para divertirse, los piratas idean un entretenido juego: Just y el contramaestre deberán pelear uno contra otro solo con un cuchillo cada uno, el que gana se une a la tripulación y el que pierde cae muerto. Si no pelean, ambos morirán.
Just y el contramaestre, sin opción, combaten, ambos son hombres diestros, pero después de vario rato el joven logra arrebatar el arma de su oponente y el avalones queda a su merced. Sin embargo al verlo indefenso en el suelo de arena de la isla, no puede evitar el verse a sí mismo varios años atrás en la misma situación. – No soy un asesino... – exclama y lo ayuda a incorporarse – Al menos no a sangre fría.

El capitán complacido por tal acto decide reincorporar a ambos a la tripulación. Al preguntar su nombre Just simplemente responde “Santana”. Antes de partir, Just convence al Capitán de incorporar a una joven más, amiga de él al barco. Pese a los resquemores, Sez logra incorporarse al barco sin grandes dificultades. Su mente podrá no recordar su pasado, pero bien que recuerda la técnica.
El joven montaignes comienza de esta manera su nueva vida, luego de ser noble y esclavo, ahora se dedica a ser pirata. Primero se convierte en artillero, luego demuestra conocimientos de cartografía y medicina. Resulta ser un fiero guerrero en combate pero también el erudito del barco al cual todos acuden por consejos. Dos años más pasan de esta manera.
En uno de esos asaltos, Santana se destaca por rescatar a Keira, la hija del capitán con quien luego comienza una secreta relaciona amorosa, no sin antes despertar ciertos rumores y epítetos dentro de la tripulación. Al margen de esto, el montaignes se gana sin dudas la confianza de su capitán. Pero tal confianza no logra durar demasiado, ya que en el saqueo a un barco montaignes el capitán es mortalmente herido de bala y horas mas tarde cae muerto en la cubierta de su propio barco.
Luego del correspondiente funeral, con una Keira deshecha en lágrimas en su camarote y una inquieta tripulación, los marineros comienzan a deliberar. En el medio del acalorado debate y luego de múltiples intentos de motín, todos ellos reprimidos por Arthur y Sez, Santana plantea a Keira como sucesora del viejo capitán, lo cual a simple vista de los soldados parece ridículo. Ambos marinos plantean la pena de muerte para aquel que intente poner sus manos sobre la joven.

Pasados múltiples duelos y debates, al fin la Dama de los Mares tiene una proposición para Keira, quien al principio parece reacia y reticente a aceptar, pero luego de un par de semanas acude a cubierta con el viejo uniforme de su padre y comienza a dirigir a los hombres. Santana queda entonces como segundo al mando.

La relación con Keira continúa y ambos logran hacerse de cierta reputación en los mares por sus repetidos ataques a buques vodaccios y montagneses. Es así como cierta noche, les llega vía goleta las dos invitaciones para unirse a dos de las fraternidades piratas.
Una de ellas es la de los Perros Marinos y otra es la de la Fraternidad de la Costa. Si bien el barco es avalones, luego de pensarlo y deliberarlo, los piratas deciden probar suerte con la Fraternidad. El barco viaja hasta los conocidos islotes piratas conocidos como “Los Estrechos de la Sangre” donde atracan y tienen una entrevista con Alesio, segunda al mando del famoso Allende, uno de los fundadores de la Fraternidad de la Costa. Luego de esto, Santana mismo concurre a una última charla con Allende en persona, y entre toda la tripulación deciden unirse a la Fraternidad. Ahí es cuando el pasado vuelve a la vida de Just, al contemplar a su viejo amigo. Él creía ser libre, juzgaba que el Destino le había dado una nueva vida, y él gusto iba a aceptarla, pero estaba claro que los movimientos de azar no dejan puntada sin hilo. La capitana de “La Dama” decide proclamar festividad por la decisión. Sin embargo Santana se encuentra solo y cabizbajo en un rincón, es que recientemente ciertos nombres han vuelto a su memoria: Lucia, Marc...
Santana se entera de que ambos han contraído matrimonio y han tenido ya un hijo, así como de que finalmente Castilla fue invadida por Montaigne tal cual el desaparecido Príncipe Javier lo había advertido.
Es en este momento el cuál Drake confiesa a Keira que en realidad es Just. Ella se muestra muy ofendida, pero entiende al hombre que ama. No obstante, la carcomen los celos de conocer a la ex mujer de su hombre.

En su mente, acude también el recuerdo del Abate y sus enseñanzas, y la misteriosa Isla Zinedine por él mencionada. Entonces todo un plan... abandonado hacia años en la cárcel de la Media Luna comienza a pergeñarse nuevamente en la mente del pirata A la mañana siguiente y de manera resuelta Santana acude a su Capitana con la petición de un rumbo definido, ¿Destino? Zinedine.
Luego de un mes de navegar por los mares de Montaigne, al fin la misteriosa isla ausente de todos los mapas, se hace presente ante sus ojos. El lugar es realmente hermoso, con algo de bosque y playa, con un clima templado hermoso, y lo mas asombroso aun, un imponente castillo medieval que anida en su centro.
Santana y sus piratas comienzan a explorar la isla según el mapa del Abate.
Al llegar al castillo, comienzan a recorrer sus recovecos y habitaciones hasta llegar al sótano de armas, donde luego de tres o cuatro piezas más. El tesoro Templario de las Cruzadas ante sus propios ojos...
Los piratas deciden quedarse unos días en la Isla para acomodarse y decidir sobre el oro. Pero en esa misma noche en la que el debate comienza, son avisados por los vigías, de la presencia de una pequeña goleta con insignia vaticana dirigiéndose hacia ellos.

Se ve descender de ella a múltiples clérigos vaticanos, pero Santana reconoce a uno de ellos al instante. Es el hombre que en el pasado lo ha casado con su amada Lucia, amigo de su padre y ex mosquetero, el padre Didier. Éste, otro librepensador, miembro del Rilasciare, le comenta sobre la disolución de la célula de los Caballeros del Temple y su posterior reorganización. Luego de una larga charla, vino montagnes de por medio, Didier le cuenta a Santana de la muerte de su padre. Ambos se quedan conversando y se ponen de acuerdo en algo inamovible, la Corona montaignesa debe caer... solo que muchos detalles para poder perpetrar su venganza todavía no cierran en la mente de Just, ahí es precisamente donde el padre Didier saca el as de su manga...
De la manera que sea Just necesita ser reingresado en la nobleza para llevar adelante su plan pero jamas podria hacer esto bajo el apellido Michel du Gloyre. Pero si el Conde, el Conde de Zinedine.
Ante la ecléctica respuesta del párroco, Just se queda escuchando la extraña propuesta. Didier propone la invención de un nuevo personaje, el Conde de Zinedine, mediante la cual Just podrá acercarse nuevamente a sus enemigos para tenerlos bien cerca. Será gracias al Conde que Just podrá perpetrar su venganza. El plan cierra ahora perfecto y las remodelaciones a la Isla y al castillo comienzan a tomar lugar, hasta ser dejados como nuevos mientras que en las cavernas de los peñascos reposa La Dama de los Mares, ahora también involucrada en la maquiavélica venganza.

Just se mantendrá durante tiempo suficiente mientras sus aliados Rilasciare organizan la conjura. El dinero saldrá de las arcas de la Isla, y es suficiente como para comprar una nación. Esporádicamente, deberá volver a Montaigne para organizar la ¿revolución? Así haciéndose pasar por un noble, deberá buscar información y debilidades, para poder consumar su venganza.


(escribió Draften)